Conocé a los coleccionistas más bizarros del mundo

Desde jabones hasta penes de animales, estas son algunas de las colecciones más extrañas de todas.

Estos son algunos de los coleccionistas de objetos más bizarros del mundo. Miralos y conocé por que están en los records Guinness.

 

 

Penes

Sigurdur Hjartarson, de Islandia,  llegó a reunir 143 penes de 41 mamíferos. ¿El trofeo que le falta? Un miembro humano... que espera que alguien le done.

 


 

Tostadoras

Nadie ama tanto el pan tostado como Jens Veerbeck, de 40 años, quien ha acumulado sobre 600 modelos del artefacto que no falta en prácticamente ninguna cocina. Ha creado, incluso, un museo virtual para mostrar sus tesoros. ¿Cómo comenzó todo? En un pulguero, hace 15 años,  donde compró una tostadora niquelada de 1950 para usar en su cocina.

 

Juguetes de Cajita Feliz

Luke Underwood, con apenas 11 años de edad, parece ser un niño al que llevaron mucho a McDonald's, o al menos eso es lo que sugiere su colección de 7 mil artículos promocionales. Entre las rarezas está el set completo de los 101 Dálmatas en sus bolsas originales. El menor subastó su colección, por la cual le dieron $10 mil.

 

¡Puntos, puntos por todas partes!

Siguiendo con el tema de los dálmatas, Karen Ferrier, una secretaria de 44 años, le hace la competencia de frente a Cruella DeVille. Y es que la mujer llegó a tener una colección de 3,500 artículos de dálmatas, que ha ido acumulando por los últimos 17 años.  Su "fetiche" llegó tan lejos que su esposo Chess pintó manchas negras en sus autos blancos. Recientemente, tuvo que vender su colección, con un valor aproximado de 1,200 euros, porque se divorció de su marido (no se brindaron los detalles... ¿se habrá cansado de ver tantas manchas?) y terminó mudándose a una casa rodante.

 

Coca-Cola

Esta bebida tiene un espacio privilegiado en Colaplaza.com, cuyo dueño ha preferido permanecer anónimo. Lo único que se sabe es que atesora artículos relacionados con la bebida desde los años 80.

 

Scalextric

Los coleccionistas de carros en miniatura saben que pueden alcanzar precios exorbitantes, mientras más raros los artículos. Pues en 2008, un hombre vendió por casi 100 mil euros la colección más grande del mundo de estos modelitos, que incluye más de mil carritos, dos millas y media de rieles e incontables accesorios.

 

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