La mujer que le trae dolores de cabeza al Papa Francisco

La ex cuenta de tuiter de una asesora del Pontífice da que hablar. Allí, se queja de los políticos y de la curia, y hasta postea fotos hot con su novio.

 

El papa Francisco se opone al sacerdocio femenino, pero no a las mujeres con poder en el seno del Vaticano. Al menos así lo demuestra la polémica designación de Francesca Chaouqui, una exitosa relacionista pública de 30 años, como superasesora e integrante de una comisión encargada de transformar la estructura económica y administrativa de la Santa Sede.

Al parecer, el Pontífice argentino no revisó los antecedentes de la joven y mucho menos su cuenta de Twitter, en la que Chaouqui publicó filosos comentarios sobre jerarcas de la Iglesia que dan que hablar en los medios italianos. También se mostró semidesnuda en una foto sensual junto a su novio.

Por recomendación de un sector de cardenales, Francisco la designó el 18 de julio como única mujer del selecto grupo de ocho miembros que revisarán el andamiaje económico y administrativo del Vaticano. Hija de madre italiana y padre egipcio, Francesca es licenciada en Jurisprudencia, pero no tiene estudios sobre finanzas. No es religiosa y estuvo a cargo de las relaciones públicas en Roma de la multinacional Ernst & Young, e hizo lobby para conocidos financistas.

Chaouqui cumplió con la máxima de que ninguna figura pública resiste un archivo. La prensa romana difundió una serie de tuits de su antigua cuenta, @FrancyChaouqui, que fue cerrada a principios de este mes. La asesora de Francisco dice ahora que son “fotomontajes”. Los fiscales vaticanos tienen acceso a esa información en internet, por lo que podrían chequearla fácilmente.

Su incontinencia tuitera alcanzó a políticos como el ex ministro de Economía de Silvio Berlusconi, Giulio Tremonti. Según los comentarios de Chaouqui, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano, le habría cerrado su cuenta a Tremonti al enterarse de que éste era gay.

Los tuits de Francesca que más podrían incomodar al Papa fueron dirigidos al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, señalado como el “monje negro” del papado de Joseph Ratzinger. El 25 de febrero, Chaouqui escribió: “Creo en la Iglesia: una, santa, católica y apostólica. Quizás alguien debería recordárselo a Bertone”. Cuando, el 11 de marzo, Benedicto XVI anunció su sorpresiva renuncia, la joven volvió a la carga: “Ha ganado Bertone. Estaba segura de que no lo haría, pero (Ratzinger) ha tirado la toalla. Como creyente estoy simplemente decepcionada”.

Se espera que Bertone abandone en el próximo mes la Secretaría de Estado. En Italia se corrió el rumor de que él y Francisco se reunirían para tratar el affaire Chaouqui, pero nada de eso ocurrió y por ahora Jorge Bergoglio se mantiene firme con la designación de Francesca. La incógnita es quiénes fueron los cardenales que le recomendaron a la joven y, sobre todo, por qué no le advirtieron sobre los dolores de cabeza que le podría traer.

 

24 de agosto de 2013