Lejos de la tele y la fama, Alf se refugia en la Ciudad

Un grupo anónimo de Facebook creó la fanpage "Alf, una segunda oportunidad", en donde desde hace un mes suben fotografías del extraterrestre más famoso del mundo, de paseo por diferentes lugares de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Obviamente, ya cuenta con más de 8.800 "me gusta" en la red social.

Todos recordamos al simpático y peludo alien de ficción, que se hizo famoso en los '80 con su show televisivo, el cual permaneció cuatro años al aire y fue un suceso en nuestro país, hasta llegar al cine con el film "Proyecto: Alf". Parece que ahora, alejado de la fama, el muñeco busca empezar de cero en Argentina, con una vida más austera y paseando como turista.

El álbum fotográfico de Alf de recorrida por Buenos Aires. ACÁ.

Desde Melmac al planeta Tierra, el devorador de gatos reaparció en escena. Llegó al aeropuerto de Ezeiza y anduvo por Plaza de Mayo, San Telmo y Puerto Madero. También viajó a Mar del Plata y, previo pago de peajes, se sacó fotos en la playa, con una tabla de surf, con uno de los lobos marinos de la rambla y hasta con Aníbal Pachano.

Además, ya adoptó costumbres bien argentinas: se lo vio tomando mate, comprando en un supermercado chino y comiendo un sandwich de bondiola.

La ¿explicación?

"Tras el éxito mundial de sus aventuras televisadas junto a la familia Tanner, la vida de Alf dio un brusco giro en los confusos años noventa. Alcoholismo, prostitución y negocios fraudulentos caracterizaron la época más oscura de la peluda estrella. En un desesperado intento de llenar su vacío existencial, Alf llegó a postularse a senador por el estado de Illinois, obteniendo un insuficiente 13 por ciento de los votos", cuenta en tono de comedia la descripción del grupo de Facebook.

"A su breve aventura política junto al Partido Republicano le siguió una fugaz reconversión espiritual al budismo mahayana, rápidamente frustrada por su incapacidad para dejar de alimentarse a base de gatos. A su estadía en la India le siguieron años turbulentos, marcados por el fin del cobro de las regalías de la serie y por un alarmante diagnóstico de diabetes. La situación a principios de 2013 era crítica, abandonado y sin dinero Alf pasaba sus días en completo aislamiento en el departamento de su viejo amigo y ex-agente Ron Perlman en Nueva York", añade.

"A mediados de abril, un grupo de jóvenes argentinos se contactó con Perlman con una propuesta arriesgada: una gira de Alf por América Latina. Preocupado por la creciente adicción a la insulina de su amigo, Perlman vio en el proyecto una oportunidad inmejorable para devolverle la confianza en sí mismo y en la vida. Sin nada que perder, la olvidada estrella ochentosa se despidió de una reducida comitiva en el aeropuerto JFK y se embarcó en un vuelo hacia Buenos Aires con la firme intención de renacer de sus cenizas. Esta es su historia", concluye.

5 de julio de 2013