El portero se quebró: "Me convertí en un monstruo"
Según un recluso que comparte prisión con Jorge Mangeri, el acusado habría confesado que el crimen fue un accidente. La respuesta del abogado.
El portero Jorge Mangeri se encuentra detenido en el Penal de Ezeiza, donde en los últimos días le habría revelado a sus compañeros los detalles de cómo se habría producido la muerte de Ángeles Rawson en el edificio de la calle Ravignani 2360.
En ese aspecto, según informó Tiempo Argentino, Mangeri contó a los otros presos que no la quiso matar y que todo se trató de un accidente.
"No la quise matar. Ese lunes yo hacía tareas de mantenimiento cuando apareció la piba. En broma, la rocé con el escobillón, ella empezó a insultarme y le di un empujón, con tanta mala suerte que al caer al piso se mató", habría dicho el portero.
"¡Me convertí en un monstruo!", agregó en seguida el encargado del edificio donde vivía la menor de 16 años.
Sin embargo, su abogado defensor Miguel Ángel Pierri, rechazó esa versión al insistir con la posibilidad de que haya estado una tercera segunda persona en la escena del crimen, además del portero y la víctima.
"Mi hipótesis del crimen apunta sobre más de una persona, un segundo actor. Al homicidio en sí se le suma el ocultamiento del cadáver. Una doble acción: la matamos y después la hacemos desaparecer", indicó Pierri en declaraciones al mismo diario.
Asimismo, el letrado consideró que Mangeri "tal vez tuvo un rol activo en el asesinato o tal vez vez sólo lo encubre" y agregó que "el crimen fue súbito, tal vez imprevisto".
"No así el ocultamiento, dado que esa parte del hecho pone en evidencia una voluntad organizada", puntualizó el abogado.
Mangeri, quien fue citado a declarar este lunes, aunque antes se esperan pericias psicológicas se encuentra alojado en el pabellón 1H de Ezeiza.
30 de junio de 2013