La culpa siempre es del otro

Empresa, municipio y vecinos se pasan la pelota. Que, con tanta basura, ya está llena de barro. El problema de no hacerse cargo.

Los basurales clandestinos forman una fotografía repetida del Conurbano. Falta de educación, “malas costumbres” que llevan a que muchos baldíos terminen como el depósito. “Para eso hacen falta campañas de concientización”, manifestó un empleado del municipio.


El mismo, luego dejo trascender que era posible que los vehículos recolectores no dieran abasto para cubrir  las 38 zonas, de 400 de cuadras cada una en que esta dividida Merlo. De hecho hay lugares en donde los mismos pasan dos veces al día.

Allí, admiten que no hay solución: “más allá que la municipalidad haya aumentado su parque automotor en la secretaria de servicios públicos, no tiene aparentemente solución, es una situación que se repite constantemente”.

Un ejemplo, las bolsas: “El colectivo (se observa en una de las fotos) que para en la plaza tiene que hacerlo mas atrás de la parada para que la gente no tenga que caminar sobre la basura que hoy hay en ese lugar”, ejemplificó Marcelo San Román. 

Las imágenes que envió a 24CON “son el producto de tres semanas en las que se vivió esta situación, en esos montículos había basura orgánica y entre la misma animales muertos”. Un veterinario del barrio expresó su preocupación porque estaba recibiendo muchos casos de animales enfermos de leptospirosis, que también se transmite a los humanos. Basura acumulada, enfermedades en puerta.

En contacto con la empresa Covelia S.A. ésta confirmó que “la recolección se esta realizando normalmente”. Y explicó que cada base “tiene sus camiones y sus empleados”.

24CON le preguntó cuánto personal y maquinaria estaban asignados para recolectar la basura del distrito, pero lo desconocían. Este diario pretendió confirmar si las irregularidades se producen por incumplimiento de la empresa o por que  el municipio no contrata los suficientes empleados para cubrir la necesidad. No hubo respuesta a ese reclamo