Los malos hábitos y la erección masculina

Es de común entender, que hábitos saludables, hacen una vida plana llena de vitalidad, y que una vida de excesos pueden perjudicarnos en varias funciones orgánicas. Una de ellas es sin duda, la sexualidad, y en este caso la capacidad de erección del miembro masculino. Cuando esto sucede, estamos en presencia de una disfunción eréctil. Entendiéndose como la incapacidad persistente o recurrente para conseguir o mantener la suficiente rigidez del pene que permita una relación sexual satisfactoria.


Ahora, ya sabiendo lo que es, deberíamos entender porque se puede relacionar nuestros hábitos  con la erección del pene. Esto se explica porque en la disfunción eréctil se vincula directamente con la diabetes, la hipertensión, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la obesidad, el colesterol alto en sangre, el consumo de drogas como heroína, cocaína, entre otras.

 

Científicos han comprobado que en estas patologías se ve lesionado el vaso arterial, este es el encargado de llevar sangre al pene y como consecuencia se produce la erección (la erección no es más que el pene lleno de sangre). Al lesionarse este vaso, la sangre llega con dificultad al miembro masculino, y este no puede alcanzar la rigidez necesaria para mantener una relación sexual satisfactoria.


 El interés por mejorar su sexualidad en el género masculino llevó al estudio de este problema, y a buscarle una solución. Por suerte suelen haber muchos tratamientos eficaces, pero ninguno llega a ser lo suficientemente eficaz si el paciente no toma conciencia y no cambia su modo de alimentación y sus hábitos nocivos para la salud.

 

30 de abril de 2013