El día que encontré al "Nahuelito" de los camiones

 

Los mitos en el rubro de los camiones son comunes, pero siempre vinculados a experiencias extrañas, poco comprobables o anécdotas de igual tenor.

Lo que realmente es raro es que lo mítico sea el camión del cual se pretende hablar. Justamente eso fue lo que sucedió durante años con el siguiente modelo.

Todo comenzó cuando un día en horas de la tarde me topé con la "rara avis" a orillas del Riachuelo, por la avenida 27 de Febrero a la altura de Pompeya.

Intenté descifrar de qué se trataba pero lo único distinguible era la cabina, que sin dudas era Grosspal, y el resto parecía más un injerto casero que un vehículo de producción.

Al comentarlo con compañeros de la actividad, me decían que varios lo habían visto, y algunos se animaban a afirmar que prácticamente desde 0km estaba así. Como prueba de ello me consiguieron una foto increíble del camión recién salido de la concesionaria, que es la única que hay y que pertenece a la colección privada del amigo Rodolfo Muñoz.

Consultando los documentos de la empresa Grosspal no aparecía ninguna imagen, ni siquiera hacían mención de algo similar. Entonces comencé una búsqueda típica de imágenes en Google, pero nada, nadie sabía nada.

Hubo un segundo encuentro entre él y yo, más cercano por cierto, donde pude revisar algunos detalles mecánicos, pero sin posibilidad de consultarlo con el chofer o dueño.

Teniendo los datos más o menos en mi mente, me faltaba lo más difícil: saber cómo se había llegado a construir eso.

La búsqueda estaba desalentada, ya varios habían comentado que al camión le habían desarmado parte de la carrocería de carga, que era de Coca-Cola, y que ya no quedaban rastros de su pasado "cocacolero". Pero las esperanzas no estaban perdidas.

Una mañana, circulando por la avenida Monteverde en Quilmes, al mirar por el espejo retrovisor lo vi venir y empecé una serie de maniobras para poder quedar al lado del espécimen y poder preguntar algunas cosas.

Al conseguirlo, muy amablemente su conductor, único dueño desde 0km, me comentó de qué se trataba.

En el año 1984 la embotelladora de Coca-Cola, que se encontraba en Erezcano y Av. Roca, mandó a construir 14 unidades Grosspal, pero adaptadas a lo que creían en aquel entonces que debería ser un vehículo de reparto urbano.

Para ello equiparon al camión con un motor Deutz F6L913 de 130 hp, caja automática Allison, diferencial Eaton de 2 velocidades y llantas artilleras rodado 20". (VER FICHA COMPLETA ACÁ: http://camionargentino.blogspot.com.ar/2012/12/grosspal-gg-880.html)

La unidad en cuestión es la segunda fabricada de esa tanda de 14, y la única sobreviviente, por eso se convirtió en "El Nahuelito de los camiones".

 

Especial para 24CON

 

 

 

Editor del blog Camión Argentino (www.camionargentino.blogspot.com.ar) y colaborador en www.camionesclasicos.com