Píparo no pudo reconocer al hombre que la baleó

"Me arruinaron la vida, era muy simple sacarme la plata. Voy a hacer justicia por Isidro", dijo. Habló durante más de una hora en el juicio.

El juicio contra los siete acusados por la "salidera" bancaria que sufrió Carolina Píparo en 2010 cuando estaba embarazada y fue baleada, lo que provocó la muerte del bebé en gestación, comenzó esta mañana en los tribunales platenses con un audiencia en la que la mujer pidió "justicia" por su hijo, aunque no pudo reconocer al tirador.


Ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal II, Píparo, conmovida y en muchos momentos entre llantos, relató durante 97 minutos lo que recordaba de aquel 29 de julio, cuando fue baleada tras retirar dinero de un banco, hecho por el que se le debió hacer una cesárea de urgencia que no evitó que su bebé, Isidro, muriera una semana más tarde.


"Me arruinaron la vida para siempre, era muy simple sacarme la plata. Que me expliquen por qué me dieron un tiro y por qué mataron a Isidro. Es una explicación que merezco", reclamó Píparo durante un tramo de su exposición, trámite durante el que rompió en llanto para luego recomponerse.


Cuando se le pidió que indique si reconocía entre los acusados al autor del disparo, la mujer, de 32 años, se paró y se acercó a los imputados, pero no pudo marcar a ninguno.
Sin embargo, ratificó: "Me tocó quedarme para hacer justicia por Isidro".


En el juicio son juzgados Carlos Burgos, de 19 años, acusado de disparar contra Píparo; Miguel Silva, de 43, señalado como quien la marcó en la sucursal del banco Santander Río; Luciano López y Carlos Moreno, de 20.


Además están imputados Juan Manuel Calvimonte, de 25 años, Carlos Jordán Juárez, de 45, y Augusto Claramonte, de 44, quien está en libertad y con falta de mérito en su favor.
Están siendo enjuiciados por "asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa", por la "salidera" contra Píparo, quien junto con su madre había retirado 58 mil pesos para pagar la escritura de su nueva casa.


El ataque y la repercusión mediática que tomó el caso generó cambios en las medidas de seguridad de las entidades bancarias, como la colocación de mamparas protectoras de los clientes, vigentes hasta hoy.


Píparo se convirtió esta mañana en la primera de los 233 testigos citados por los jueces Liliana Torrisi, Claudio Bernard y Silvia Hoers para que declaren en el juicio que busca determinar los hechos ocurridos cuando la mujer llegaba a su domicilio de las calles 21 y 36, en La Plata.


Quien disparó ese día "venía decidido a agredirme, venía con ganas de matarme", aseguró la mujer, al referirse a quien se aproximó a ella para arrebatarle el dinero que llevaba.
"Tenía miedo por la inseguridad en general, mi mayor miedo era entrar el auto" a casa, contó en otro tramo de su declaración, que sorprendió a los presentes cuando afirmó que "nunca" sintió que le pegaron "un tiro".


Píparo y su marido, Juan Ignacio Buzali, son representados por el abogado Fernando Burlando, que antes de entrar a la sala de audiencias le dijo a la prensa que los acusados constituyen una "banda en la que son todos jinetes de la muerte".

 

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4 de marzo de 2013