Lo mejor de Jordan, el más grande de todos los tiempos

El ex basquetbolista cumplió 50 años. Su historia, sus logros y un video imperdible de sus jugadas.

Michael Jordan, el mejor basquetbolista de todos los tiempos, cumple este domingo 50 años y pese a un retiro de la actividad concretado hace casi 10 temporadas, su figura y leyenda está cada vez más vigente.


El 17 de febrero de 1963 nació el hombre que luego se convertiría en “Air Jordan”, “The King" (El rey) o simplemente MJ. Imposible disociar su increíble capacidad atlética y talento con la camiseta número 23 de unos Chicago Bulls que dominaron la NBA en buena parte de la década del `90. Durante años fueron “marca registrada”.


Al cabo de casi dos décadas de carrera como jugador, el oriundo de Brooklyn obtuvo seis títulos o “anillos” (1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998), todos con los Bulls. Además consiguió dos medallas de oro con el seleccionado de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos Los Angeles 1984 y Barcelona 1992.


Por si fuera poco, es el tercer máximo anotador en el historial de la NBA, con 32.292 puntos (un promedio de 30,1 por partido; es líder en ese rubro junto al también legendario Wilt Chamberlain), detrás de Kareem Abdul Jabaar (38.387) y Karl Malone (36.928). Lidero durante diez temporadas (siete consecutivas) las estadísticas de anotaciones de la Liga norteamericana de básquetbol profesional.


Empezó a practicar basquetbol en Carolina del Norte, estado al que su familia se había mudado, abandonando las dificultades que ofrecían los suburbios neoyorquinos. Se alistó en la Universidad y condujo a su equipo (Tar Heels) al campeonato de la NCAA en 1982, tras derrotar en la final a Georgetown Hoyas, donde revistaba una posterior figura de la disciplina: el pivote Patrick Ewing.


En 1984 fue elegido en el draft por Chicago Bulls. El idilio con la franquicia comenzó de inmediato. Es que Jordan, por la espectacularidad de sus movimientos y su innata capacidad para improvisar, diseñó un promedio de 28,1 puntos para su primera temporada, con una eficacia de 51,5 en conversiones de tiros de cancha.


En una temporada siguiente, signada por una lesión en uno de sus pies, MJ tuvo tiempo para establecer un record aún imbatido: marcó 63 puntos en un encuentro de play off ante Boston Celtics. La propia leyenda del equipo `verde`, Larry Bird, sentenció una frase que todavía permanece en el imaginario popular, después de tan fantástico desempeño: “He visto a Dios disfrazado de jugador de básquetbol”, dijo.

 

 

SUS MEJORES JUGADAS

 

 

 


En 1986 obtuvo 37,1 unidades por encuentro, pero los Bulls fueron “barridos” otra
vez en postemporada por los Celtics. En la estación 1987-1988 ganó el primer “MVP” (Jugador más valioso) de su carrera, pero por esos años, los Detroit Pistons de Chuck Daly, apodados “The Bad boys” dominaban la escena de la NBA.


Tuvo que esperar a la temporada 1990-1991, bajo la conducción de Phil Jackson, para festejar su primer título. Los Bulls, por aquellos días, eran un conjunto en crecimiento, con otras figuras de relieve como Scottie Pippen o Horace Grant. Pero Jordan revistaba como el arquitecto que demolía cualquier estrategia que se inventara para frenarlo. En la final, Los Angeles Lakers sufrieron la contundencia de un “Air” brillante. La serie se resolvió en cinco partidos (4-1).


En los dos años siguientes, Jordan continuó marcando el ritmo de los Bulls y de la Liga. En la 1992-1993, en la final ante Phoenix Suns (4-2), marcó un promedio de 41 tantos en la serie decisiva. Otro record pulverizado.


En octubre del `93, después de que su padre James fuese asesinado, Jordan anunciaba su retiro de la actividad. Pero su ausencia en las canchas duró algo más de un año y en marzo del `95 oficializó su regreso, a través de un comunicado de dos palabras: “I`m back” (Estoy de vuelta)


Apenas unos días después, el escolta exhibía una condición atlética inigualable y anotaba 55 puntos a los New York Knicks en el propio Madison Square Garden (29 de marzo). Los Bulls fueron eliminados en la postemporada por Orlando Magic.

 
En 1995-1996, liderados por su estrella y con la contribución de un afilado Dennis Rodman (sumado para esa campaña), Chicago armó una campaña regular fabulosa: 72 triunfos, 10 derrotas. Registros que aún hoy permanecen imbatidos. En la final hubo victoria sobre Seattle SuperSonics y Jordan consiguió así su cuarto título NBA.


Al año siguiente, el adversario en la instancia decisiva resultó Utaz Jazz, con el binomio Malone-John Stockton como banderas. En el quinto partido, con la serie igualada 2-2, un Jordan con fiebre fue determinante (38 puntos) para un ajustado triunfo 90-88. El campeonato se obtuvo al siguiente partido.


En la estación 1997-1998, el rival de la final también fue la franquicia de Salt Lake City y el marcador en la llave estaba 3-2 a favor de los Bulls. Los Jazz, en el Delta Center, ganaba por un triple (86-83), a muy poco del cierre. Jordan se mandó en bandeja y descontó. Pero la tarea de MJ no había finalizado.


De inmediato, el astro de la Liga le robó un balón a Malone y encabezó el ataque con paciencia. Ante la marca de Byron Russell, el número 23 ensayó una finta, arqueó su cuerpo y desde atrás de la línea de 6,25 metros envió el balón hacia el aro. La canasta entró limpia y dictaminó el triunfo y título de los Bulls. Meses después, en enero del `99, la estrella comunicaba su segundo retiro.


Pero él, parafraseando al tango `Nocturno a mi barrio` del también genial Aníbal Troilo, siempre “está llegando”. Y así fue que se unió a Washington Wizards, primero como integrante del departamento de Operaciones y luego como jugador (fines de 2001).
Jugó 60 de los 82 partidos de la 2001-2002, destacándose uno en el que contribuyó con 51 puntos a una victoria sobre Charlotte Hornets (diciembre 2001).


Ya recuperado de una serie de problemas físicos que lo limitaron, Jordan estuvo en todos los partidos de la 2002-2003, con promedios para nada despreciables para un deportista de 40 años: 20 puntos; 6,1 rebotes; 3,8 asistencias y 1,5 robos.

 

Ante los Philadelphia Sixers, en abril del 2003, Jordan disputó, por ahora, su último encuentro oficial, convirtiendo 16 puntos. Cuando dejó el rectángulo de juego, el público de Filadelfia lo ovacionó de pie durante más de tres minutos.


Los rumores crecen y establecen que Jordan podría propiciar un “tercer retorno” en los próximos días, con la camiseta de los Charlotte Bobcats, franquicia de la que hoy es propietario. Sería tal vez el viernes 22 en un partido con los Bulls, para “acrecentar el mito”.


Desde su entorno no lo desmintieron ni lo confirmaron. Entonces, tratándose de Jordan, `Air` o MJ, nada es imposible. Ni siquiera volver a vestir los cortos de jugador, a los 50 años.

 

 

17 de febrero de 2013

 

 

 

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