Decile chau al mal humor con estos tips imperdibles

Tener un mal día, estar ansioso por las vacaciones o cualquier problema en casa o el trabajo parecen hacer enojarte más y más. No desesperes.

Son pequeños trucos. Aquí, algunas simples y pequeñas ideas que quizá les sirvan:

- Lavate la cara: Sí, así de fácil. Echate agua fresca en el rostro. Además de refrescarte, cambiará tu humor en un instante.  Quizá quieras optar por todo lo contrario, y humedecer una toalla con agua tibia y pasártela por la cara, relajando tus músculos y ayudándote a relajarte (quizá hasta podrías agregar una esencia y así tienes un 2x1).

Llamá a un amigo: Pero en serio se trata de hablar, no de enviar mensajes instantáneos con tu celular. Ojo, no se trata de hablarle para desahogar tu mal humor. Sólo escucha la voz de alguien a quien aprecias, escucha y conversa. Comenzarás a pensar en otras cosas, mucho más agradables.

Mimate con un dulce: Un toque de chocolate en tu café, unos pochoclos frescos, o ese helado de chocolate que tanto te gusta. Date el lujo de consentirte con algo que disfrutes (no te atiborres del postre más grande que haya para luego sentirte culpable). Se trata de permitirte un pequeño gesto que quizá disfrutabas mucho cuando niño.

Reorganizá algún rincón: Puede ser un cajón desordenado, una esquina de la casa que necesite arreglo, o un espacio de tu escritorio. Es una excelente distracción, además de una motivación.

Levantá la mirada: Buscá una ventana, salí un poco a la calle, y mirá al cielo. Respirá profundamente y exhala todo el aire. Repetilo varias veces. No dejes de mirar hacia arriba. Quizá podrías imaginar que tu mal humor se evapora rumbo a ese cielo hasta perderse de vista.

Buscá un mensaje: Buscá un libro, abrilo al azar, y leé una frase, sin importar cuál. Hay libros más inspiradores que otros (quizá podrías pensar en qué libros ocupan tus estantes). O sólo abrí los ojos y mirá los anuncios en la calle, o graffitis en la pared. Algo te inspirará, te ayudará a pensar en otra cosa.

Aléjate y camina: Si la situación o el lugar donde estás no te ayudan, camina. Aléjate un poco, da una vuelta a la manzana, o dos, o tres. No importa si llueve (hay paraguas o impermeables y botas). Solo alejate un poco, en lugar de encerrarte en el mismo enojo. Observa el mundo, mira tus pies al caminar.

Aromaterapia: Agarrá ese jabón de cuerpo con aroma de lavanda, o esa loción de coco que tanto te gusta, ábrelo y respira. Esos aromas que te gustan te transportarán de donde estás a una experiencia distinta. Lo que elijas oler depende de ti, tan solo permite a tus sentidos del olfato llevarte a un pequeño viaje.

Fuente: Yahoo mujer

 

30 de enero de 2013