Cómo evitar el bajón de  trabajar post vacaciones 

Los consejos básicos para que descubras si tenés estrés post vacacional y puedas combatirlo.

El regreso al trabajo después de las merecidas vacaciones con la familia o los amigos no les “pega” a todos de la misma manera. Mientras varios vuelven a su rutina renovados y con más energía, otros lo viven como un mal trago difícil de superar.

Eso es lo que en psicología se conoce como “síndrome post vacacional”, un trastorno que se caracteriza por debilidad generalizada, somnolencia, taquicardia, sensación de ahogo, insomnio, dolores, ansiedad, depresión y desinterés, entre otras sensaciones desagradables. Según diversos estudios, quienes tienen entre 25 y 40 años son los más afectados.

Algunos especialistas la consideran una situación transitoria, que desaparece cuando la persona retoma de lleno a la situación “normal” de los horarios y las responsabilidades a cumplir. Pero, cuando el proceso no se realiza adecuadamente, el individuo experimenta consecuencias psicológicas y fisiológicas que, si se prolongan, pueden llegar a afectar su calidad de vida.

La causa principal de este síndrome es el cambio en el ritmo diario, la alteración del reloj biológico. Durante las vacaciones, los horarios, los hábitos y la rutina cambian significativamente. La gente se levanta y acuesta más tarde, cambia la alimentación y la actividad social, por lo que retomar el ritmo habitual implica un cambio brusco para el organismo.

Tampoco faltan los casos de personas que experimentan sentimientos de culpa o temor de que se descubra que son prescindibles en sus puestos laborales, por el sólo hecho de no estar por unos días o semanas.

Por eso, para combatir el síndrome post-vacacional y volver al trabajo activo y lleno de energía, hay que tomar en cuenta las siguientes recomendaciones básicas:

- La clave fundamental es respetar el tiempo de adaptación que transcurre entre la etapa de relax y las tareas cotidianas de la agenda diaria. Lo ideal es retomar las actividades lenta y progresivamente: incorporarse poco a poco, o reservarse unos días de descanso en casa después de volver del destino vacacional y antes de retomar el trabajo.

- De igual forma, es bueno seguir con la vida diaria, y planificar actividades con familiares y amigos lo más seguido posible. Mantenerse activo ayuda a mantener la cabeza ocupada y a no tener tiempo de deprimirse.

- Por último, una vez reincorporado al ambiente laboral, es imprescindible dedicar tiempo a organizarse y reunirse con los compañeros de trabajo para ponerse al día con lo que sucedió durante el período de ausencia y establecer las prioridades profesionales del momento.