Cristina: "Solamente en la paz se puede crecer"

La primera mandataria visitó los míticos túneles de Cu Chi, símbolos de la resistencia vietnamita en la guerra con Estados Unidos.

 

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó hoy en Vietnam que "solamente en la paz se puede crecer", luego de realizar una emotiva visita a los túneles de Cu Chi, el símbolo de la resistencia vietnamita en la guerra con Estados Unidos y el escenario de cruentos bombardeos durante el conflicto bélico que culminó en 1975 con la reunificación del país tras la caída de Saigón.

"Me sorprendió la imaginación en las trampas, los engaños a los soldados estadounidenses, todo lo que vi fue lisa y llanamente amor a la Patria sobre todas las cosas y también amor a la paz, porque nadie que ame su patria ama la guerra y solamente en la paz se puede crecer", señaló Cristina en diálogo con Télam y otros medios argentinos al concluir su visita al distrito de Cu Chi, a unos 70 kilómetros de Ho Chi Minh, la ex Saigón.

En ese sitio, la guerrilla del Viet Cong llevó a cabo una férrea resistencia en medio de la selva y rodeada por la poderosa 25 División del Ejército de Estados Unidos, que nada pudo hacer para detener el embate de los vietnamitas, sostenidos por el complejo sistema de túneles y las trampas que eran confeccionadas con los restos del armamento del invasor.

La presidenta arribó al distrito de Cu Chi a las 11 de la mañana (1 de la Argentina), y allí fue recibida por el Comandante Tran Van Tan, director del complejo y veterano de guerra.

Una vez en el sitio histórico la jefa de Estado fue recibida por una guardia de honor del Ejército y antes de iniciar la recorrida recibió como presente el típico sombrero y el pañuelo que utilizaban las tropas del Viet Cong en su uniforme.

Luego de apreciar los fusiles, las bombas lanzadas por la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la zona y el ingenioso armamento confeccionado por la guerrilla, la mandataria recorrió los estrechos laberintos utilizados por los soldados y, para sorpresa de los militares que la guiaron, hasta se animó a cruzar un estrecho pasadizo, cuya entrada cubrió con la tradicional tapa camuflada.