Liz cambió el gimnasio por las tablas y se destapó 

Desde el vamos, aclara que su apariencia engaña. “Hago estas fotos porque es lo que te piden en este ambiente, pero mi perfil es la actuación”, dice, sobre sus provocadoras imágenes. Es que, con apenas 21 años, Liz Lauberge desembarca en el mundo de la comedia teatral de casualidad, porque en su Villa Martelli natal ella tenía otros planes.

“Yo era gimnasta”, cuenta a 24CON.  “A los 8 años me federé en un club y después, cuando terminé la secundaria, me metí en el profesorado de educación física, que espero terminar pronto. Para las prácticas, tuve que enseñar a los alumnos de algunos colegios”, comenta la “profe”.

Mientras tanto, empezó a participar de algunas producciones fotográficas, sin tomarse el tema demasiado en serio. Hasta que, en una de ellas, conoció a su actual representante y productor, Claudio Aval. Junto al director Maxi Lovrincevich, pusieron en marcha “Tráfico legal de humor”, encabezada por el dúo cómico “Humordo” y que marca el debut de la bella Liz sobre las tablas. 

La obra - que también cuenta con la participación de otra chica sexy, Jésica Villagra, de 23 años – se estrena el 2 de enero en la Costa Atlántica y estará gira hasta el 28 de febrero por San Clemente, Santa Teresita, Mar Del Tuyú y Mar de Ajó. “Es un show de humor para la familia, con actores que no son conocidos, pero son talentosos. El año que viene esperamos llevarlo a Carlos Paz”, se entusiasma Liz.

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Con esta oportunidad, develó una faceta artística que hasta el momento no había explotado. “Mi perfil era otro, yo veía esto como un hobbie. Es distinto subirte a un escenario. A partir del ofrecimiento de la obra, estudié actuación y me preparé más”, aclara.

Sin embargo, no deja de repetir que lo suyo es el perfil bajo. “Soy recontra tranquila: no me gusta salir a la noche y disfruto de estudiar, ensayar, entrenar y estar con la familia. Si salgo a la noche, es solamente para asistir a eventos por trabajo”, asegura, y reflexiona: “Me gusta este medio, pero no me gusta la forma escandalosa de llegar. Quiero subir los escalones de a uno porque, si subís de golpe y te caés, después es muy difícil volver a subir”.

Por eso, Liz no endiosa a ninguna figura del ambiente en particular y dice que, si tiene que seguir los pasos de alguien, va a ser “de una chica que tenga estudios, con algún talento. Que después ocurra el escándalo, es otra cosa, pero primero hay que prepararse”.  Para ella, esa es la diferencia entre, por ejemplo, Silvina Escudero y Andrea Rincón: “Una cosa es alguien que tiene formación, y otra es la que llegó por escándalos y que no va a durar más de un año”, dispara. 

En cuanto a su futuro, espera continuar en la obra, aunque se pregunta “a quién no le gustaría” entrar a Bailando por un Sueño. “Al ser gimnasta, tengo una base de baile clásico”, avisa.

Mientras tanto, la actriz debutante espera encontrar un compañero de vida que sea “tranquilo como yo. Me importa lo físico, pero no es lo que me enamora. Y el humor es muy importante”, pone como condición. Candidatos no deben faltarle. 

Fotos: Gentileza Claudio Aval y MGD Fotografía

18 de diciembre de 2012