Narcojet

Habló Miret: "No puedo creer lo que me hicieron"

El copiloto argentino de los hermanos Juliá pasó dos años preso en España por contrabando de cocaína. "Viví una injusticia muy grande", dijo.

El argentino Matías Miret, quien fue liberado en Barcelona tras haber estado preso durante dos años, aseguró que es "inocente" y no puede creer lo que le hicieron los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá, quienes lo contrataron para pilotear un avión que, luego se descubrió, estaba cargado con casi una tonelada de cocaína.


"No puedo creer lo que me hicieron. Igual quiero esperar la sentencia antes de hablar más de ellos. Fueron duros estos años sabiendo que era inocente, pero sabía que iba a tener un final feliz", dijo Miret a la agencia Télam en comunicación telefónica.


El piloto salió de la cárcel modelo de L`Eixample a las 19 (hora de España) y luego se encontró con su esposa, Agustina Conil Paz, dos de sus cuatro hijas, su madre y su hermana, quienes habían viajado a Barcelona para asistir al juicio que se realizó la semana pasada.


"Recibí esta noticia muy feliz, pero era una posibilidad bastante firme desde el juicio. Fue emocionante encontrarme con mi familia y les agradezco todo lo que me apoyaron", afirmó Miret.


Según el piloto, le parece "un sueño" todo lo que vivió tras ser detenido el 2 de enero de 2010 en el aeropuerto El Prat, especialmente porque pensó que iba a salir libre mucho antes.


"Pensé que todo iba a ser más rápido, pero hubo dilaciones absurdas en el proceso y pedidos de libertad que no prosperaron por ser extranjero, por no tener arraigo y riesgo de fuga", explicó Miret, quien aseguró que en el penal donde estuvo preso lo trataron "bien".


Consultado sobre cuál es su actual sentimiento hacia los hermanos Juliá, que siguen presos a la espera de conocerse el veredicto, Miret contestó: "Creo que está claro, no puedo creer lo que hicieron. Viví una injusticia muy grande".


"Está a la vista que fue así", agregó, al ser consultado sobre si se sintió engañado, pero pidió no referirse por ahora a los dos imputados, ya que aún está pendiente la sentencia de la Justicia española.


Mientras tanto, Miret será notificado mañana sobre si es autorizado a regresar a la Argentina, aunque eso puede demorarse algunos días porque tiene vencido el pasaporte y debe realizar los trámites pertinentes.


La excarcelación de Miret fue concedida esta mañana por la Audiencia Provincial 8va., luego de que su abogado solicitara la libertad al término de los alegatos del juicio la semana pasada.


La misma resolución prorrogó por dos años la prisión preventiva de los Juliá, lo que sería un anticipo de que serán condenados.


"El hecho de que le den la libertad viene de la mano de la absolución. El abogado explicó que en España, cuando el tribunal tiene una decisión firme y saben que lo van a absolver, no lo hacen esperar hasta la lectura de la sentencia y lo liberan", contó a Télam Agustina Conil Paz, esposa del piloto.


"Estábamos seguros de que esto tenía que pasar porque el juicio fue totalmente favorable para Matías. Se demostró que él no estaba enterado de nada, que lo llamaron a último momento para que sea copiloto del avión y que no tiene ninguna relación con el narcotráfico", afirmó la mujer de Miret.


De los tres argentinos juzgados, en el juicio, Miret fue el más beneficiado por los principales testigos de la causa, que fueron los dos efectivos de la Guardia Civil española que requisaron el avión y encontraron la droga.


Los guardias contaron al tribunal que mientras los Juliá se pusieron muy nerviosos al ver operativo, Miret estaba tan tranquilo que hasta jugó con uno de los perros antinarcóticos y que cuando apareció la droga quedó tan sorprendido que pensó que le estaban haciendo "una broma con cámara oculta".


Estos efectivos comprometieron a Gustavo Juliá, dueño del avión, al relatar que al momento del hallazgo se hizo responsable de la cocaína, que antes de que terminara la inspección les indicó otros lugares donde había más droga y que les pidió disculpas a su hermano y a Miret por haberlos involucrado.


"La declaración de los guardias fue clave para demostrar que mi marido no tenía nada que ver con la droga. Lo mismo pasó con las computadoras y los celulares de mi marido y con las conversaciones registradas en la caja negra del avión que acreditan que Matías no sabía nada de la cocaína", resaltó Conil Paz.


El 5 de diciembre, al concluir el juicio, el fiscal catalán David Benages solicitó 13 años de prisión y una multa de 140 millones de euros tanto para Miret como para los hermanos Juliá, hijos del ex brigadier José Juliá, quien ocupó la jefatura de la Fuerza Aérea Argentina entre 1989 y 1993.


Los tres argentinos están presos desde que aterrizaron con un jet Bombardier Challenger 604 donde la Guardia Civil española descubrió 944,5 kilos de cocaína oculta dentro del tapizado de un sofá cama y en los huecos de un armario refaccionado.


Según el fiscal Benages, la cocaína incautada resultó ser de "una pureza media del 83 por ciento" y "hubiera alcanzado en el mercado clandestino un valor 32.116.778 euros".


El más comprometido es Gustavo Juliá, quien a través de un "leasing" era el responsable del avión, y se defendió diciendo que desconocía la existencia de la cocaína y le apuntó a un empresario español que lo había contratado para trasladar obras de arte, y documentos bancarios y empresarios a España en vuelos privados.


La Audiencia Provincial Sección 8 anunció que dará a conocer su fallo en esta causa el mes próximo.

 

11 de diciembre de 2012