Nadará de Zárate al Río de la Plata contra las drogas

El nadador Gustavo Villareal cruzará el Paraná desde Zárate hasta la desembocadura con el Río de la Plata en Braga, en la cuarta y última fase de la travesía que comenzó hace algunos meses bajo el lema “no a las drogas y sí al deporte”.

El hombre de Morón, amputado de una pierna, nadará 65 kilómetros para demostrar que “no hay que bajar los brazos, seguir para adelante y donde se cierra una puerta se abre una ventana”, aseguró a 24CON.

La última parte de la travesía tendrá lugar mañana. Ya instalado en Zárate y descansando para llenarse de energía, Gustavo contó que estará acompañado por “un grupo de guardavidas del Paraná, mi mujer Claudia dándome hidratación, y la Prefectura Naval Argentina con un guardacosta y una moto de agua durante todo el trayecto”.

En la fase anterior, la tercera, el hombre de Morón nadó desde San Pedro hasta Zárate un día, y al día siguiente iba a continuar hasta Braga, pero “debido a que el río estaba muy bajo, no tenia la velocidad suficiente, entonces se retrasó un día y en esos dos días pude recorrer 115 kilómetros. Me quedaron 65, y son los que voy a nadar ahora”, explicó a 24CON.

El propósito de la travesía es muy simple: “transmitirle a la gente que pese a las adversidades de la vida- como a mí, que me ha faltado una pierna y estoy recuperado de las adicciones- con esfuerzo, cariño y ganas se puede realizar todo lo que te propongas”, señaló Gustavo.

Al culminar, Villareal se convertirá en el primer hombre en nadar desde Rosario hasta el Río de la Plata a través del Paraná una cantidad de 300 kilómetros en total. Además, cabe destacar que ya en la primera fase batió el record de unir las dos provincias, Santa Fe con Buenos Aires, algo “que nunca había sido hecho por un discapacitado”, contó.

“Ya conseguí todo lo que no se compra con guita, sino que se adquiere con buena onda y transmitiendo lo que recibís. Para eso necesito el apoyo de mis amigos, de la Municipalidad de Zárate que me prestó plata para el combustible de la lancha, el Club Náutico que me dio todas las instalaciones. Y bueno, no hay que bajar los brazos, donde se cierra una puerta se abre una ventana”, concluyó.

20 de noviembre de 2012

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