Destrozos y amenazas para los que decidieron trabajar

Encapuchados rompieron vidrios de un bar, amenazaron a un chofer de una combi escolar, apedrearon colectivos y el frente del Café Tortoni.

Mientras continúa el paro general organizado por la CGT y la CTA opositoras en varios puntos del país, sobre todo con piquetes que obstruyen el tránsito en los principales acceso a la Ciudad, durante la mañana se produjeron serios ataques.

 

En Avellaneda, por la avenida Pavón, militantes identificados con pecheras de la Corriente Clasista y Combativa amenazaron con palos al conductor de un micro escolar que se desplazaba como un día normal de su trabajo. En el vehículo transportaba alumnos de una escuela primaria de la zona, y que al querer avanzar por la avenida, a la altura de la estación ferroviaria, se vio obligado a desviar su recorrido para no sufrir roturas en su carrocería.

 

Otro de los incomprensibles hechos de amedrantamiento sucedió temprano en La Matanza. El blanco de los piqueteros fue la línea de colectivos 126, a la que le destruyeron cinco unidades por intentar salir a cumplir con el recorrido.

En San Martín sucedió un hecho similar, pero ligado a otro gremio. El bar Zeus, ubicado en la esquine de Matheu y San Lorenzo, cerca de la plaza céntrica, “fue atacado por un grupo de personas encapuchadas que bajaron de un micro”, según denunció Marcela, una vecina, a 24CON. “Tiraron huevos y harina. Una especie de escrache. Además tiraron panfletos que decía ‘compañeros de hoteleros y gastronómicos’”, agregó.

Desde el local, le confirmaron la noticia a este diario: “Rompieron todo. Estamos arreglando el desastre que hicieron”. 

 

Extrañamente, el titular de Judiciales, Julio Piumato, reconoció ante la prensa que no existió ningún tipo de amedrantamiento. "La realidad es que el paro ya estaba instalado, los piquetes forman parte del folcklore de esta medida", expresó.

 

En Pilar, miembros del sindicato de Gastronómicos atacaron a huevazos el café Colonia, el restaurante Fettucine Mario y el restaurante de la estación de servicio Esso ubicado en Tratado de Pilar y Panamericana. "Lograron lo que querían, que tengamos que cerrar", dijo el dueño del comercio al Diario de Pilar.

 

En la Ciudad, también fue amenazado el histórico Café Tortoni, ubicado a metros de la Plaza de Mayo, al igual que otros restaurantes y bares que habían decidido abrir sus puertas como un día normal de trabajo.

 

 

20 de noviembre de 2012

 

 

 

 

 

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