Conocé las nuevas bodegas "boutique" que hacen furor

Las pequeñas empresas de vinos son cada vez más elegidas por los buenos degustadores. Un fenómeno que crece a pasos agigantados.

Cada día suena más fuerte la palabra “boutique” en lo cotidiano. Ya no sólo se utiliza para referirse a una tienda de ropa, como solía hacerse en la antigüedad, sino para denominar algunos tipos de hoteles, restaurantes y bodegas. 

 

Pero, ¿qué significa la nomenclatura “boutique? Suele llamarse así a un negocio personal o familiar, pequeño, artesanal, cuidado y exclusivo, entre otras cosas. Y en el mundo de los vinos generalmente se aplica a aquellas bodegas que cuentan con los términos mencionados.

Una de las características fundamentales que debe cumplir una bodega para ser denominada “boutique” es la cantidad de vinos que produce por año (10 mil cajas de doce botellas), así como también la capacidad de litros que almacena en los tanques (100 mil litros).  

Hoy en día, el mercado de este tipo de bodegas creció considerablemente y son las más elegidas por los fanáticos de los vinos, ya que las consideran “únicas”, “exclusivas” y, de alguna forma, “artesanales”.

El fenómeno se fue extendiendo tan rápidamente que las bodegas ahora implementaron una nueva forma de llegar hasta sus clientes. Ya no hace falta trasladarse a las fincas con viñedos en Mendoza para conseguir estos buenos vinos, sino que se pueden conseguir con un solo "click".


Uno de los precursores y máximos exponentes de estas “boutiques” en nuestro país es “Roberto Bonfanti”, una pequeña bodega que se fundó en el 2004 en Luján de Cuyo, luego de largos años de esfuerzo y siguiendo a rajatabla las costumbres provenientes de Italia.

Tras ocho años de producción, Sebastián Bonfanti, hijo de Roberto, implementó la venta de vinos a través de la web, así como también las degustaciones en Buenos Aires, para todos aquellos clientes que no pueden llegar hasta la bodega en Cuyo.

“La necesidad de complementarle al turismo  las ventas, hicieron que se generara un canal directo de venta bodega-cliente, con el cual el cliente recibe en su domicilio la mercadería adquirida, vinos, aceites y productos gourmet”, explicó Sebastián.

Los resultados fueron tan buenos, que la bodega instaló un depósito en Buenos Aires para que el contacto con los clientes sea más directo y cómodo para los clientes. El fenómeno “boutique” continúa su camino, creciendo en cada rincón del país, para que ningún amante del buen vino se quede sin probar esta bebida tan propia de todos los argentinos.  

 

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