Prohíben alzar un barrio sobre un centro clandestino

La planta de Campomar es sospechada de haber funcionado como “chupadero” durante la última dictadura. Allí construirían un complejo habitacional

La Cámara Federal de La Plata extendió por treinta días más la medida cautelar que suspende la construcción de un barrio privado en la ex fábrica Campomar, ubicada en Lanús, para que se continúe la investigación sobre delitos de lesa humanidad perpetuados allí durante la última dictadura militar.

En el marco de una audiencia entre representantes de la constructora del Barrio Nuevo Valentín Alsina y los abogados de la Comisión Provincial de la Memoria, la Justicia decidió prorrogar la medida judicial hasta mediados de noviembre.

Sin embargo, en diálogo con inmobiliarias que venden los lujosos departamentos del desarrollo inmobiliario confían que la situación “se resolverá pronto” y que la denuncia es “una cuestión política” contra el intendente de Lanús Darío Díaz Pérez, según publicó Diario Popular.

 

Desde la Comisión esperan lograr encontrar los suficientes indicios para confirmar las denuncias de los vecinos de Valentín Alsina, donde funcionó en un extenso predio la ex fábrica textil “Campomar”.

El 12 de octubre pasado, se realizó una inspección ocular, encabezada por el juez del Tribunal Leopoldo Héctor Schiffrin, en el predio donde se recabaron diversos elementos de juicio de valor para la investigación con la asistencia de expertos en planimetría y fotografía de la Policía Federal Argentina.

Tras la extensión de la prohibición de continuar con la obra, se realizarán más investigaciones con equipos específicos de antropólogos y equipos forenses en búsqueda de restos humanos o algún indicio que permita afirmar que en la ex Campomar haya funcionado un centro de detención clandestino donde se torturó y mató a personas actualmente desaparecidas.

 

La mayoría de los vecinos que viven en ese barrio desde los tiempos de la última dictadura militar confirma que allí funcionó “algo raro” porque “se sentía bajar a helicópteros”, “entrar a autos a gran velocidad” y algunas noches “se escuchaban disparos dentro del predio”.


Entonces, en la zona de Valentín Alsina es un secreto a voces que  el establecimiento de varias hectáreas sobre la avenida Remedios de Escalada fue un centro de operaciones clandestinas de los militares para secuestrar, torturar y matar personas por pensar diferente.

Otro punto que confirmaría los delitos de lesa humanidad sería una denuncia registrada en la comisaría de la zona por una docente en la década del 80 cuando un grupo de alumnos de la escuela, que aún funciona en los fondos de esos terrenos, estaban cavando para realizar una huerta orgánica y encontraron un cráneo humano.

Por lo tanto, la complejidad del caso es mayor ya que en la actualidad también funcionan allí dos escuelas, Escuela Media Nº 9 y el colegio a nivel secundario, que tienen sus orígenes en otros lugares pero fueron trasladadas ahí por donación de los ex dueños de la fábrica de frazadas.

Un dato no menor: los primeros directores y profesores fueron vinculados al proceso militar por ser familiares de efectivos de las Fuerzas Armadas, como es el caso del director escolar Justo José Galarreta, quien fue un militar retirado.

Nº 2692 S/U caratulada “Comisión Provincial por la Memoria s/presentación” donde con fecha 13/9/12 se decretó –por primera vez- la prohibición de innovar respecto del predio ubicado en la ex fábrica “Campomar” situada en Valentín Alsina, partido de Lanús, provincia de Buenos Aires.

También se encuentra la Comisión de Vecinos de Lanús por la Memoria, Verdad y Justicia, en la búsqueda de datos precisos sobre aquellos oscuros y nefastos tiempos.

 

 

25 de octubre de 2012

 

 

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