Desapareció, volvió y le dejan la puerta abierta para que se vaya

Se trata de una menor que no quiere volver con su mamá y que comenzó a trabajar en talleres de costura. La Policía ya la encontró, pero no hace nada para que vuelva a la casa.

Selva Guadalupe Ramos Piris se escapó de su casa el primer fin de semana de septiembre para ir a bailar junto a su hermana a Cachaquísimo Bailable, un local en San Justo. En medio de la noche la joven de 15 años desapareció y nadie la volvió a ver. Su madre quiso radicar la denuncia en una comisaría de Marcos Paz, ciudad de donde viven, pero como el hecho no había sucedido ahí, no se la quisieron tomar. Tuvo que ir hasta la Primera de San Justo, donde comenzó la búsqueda de la menor.

Los días pasaron hasta que este viernes la adolescente se presentó en la comisaría séptima de la Ciudad de Buenos Aires.  Una de las primeras personas en enterarse fue la titular de la Comisión Esperanza, María Esther Cohen Rúa, quien a través de su ONG se encarga de buscar personas desaparecidas. En diálogo con 24CON, informó cómo la Policía llevó adelante un procedimiento que utilizan en casos similares.

“Ellos, en estos casos, llaman a un gabinete de evaluación del Consejo del Niño de la Ciudad de Buenos Aires. Se presentó un psicólogo que habló con la menor, la cual dijo no querer ir con su familia, por lo cual se la iba a trasladar a un parador de menores que cometen delitos, con el consentimiento de la madre, cosa que no es verdad”, denunció Cohen Rúa.

De todas formas la menor fue llevada al hogar de puertas abiertas en el cual se la pasa llorando y pidiendo irse. María Esther se acercó al lugar para hablar con la joven que le contó que “había estado trabajando de costurera, durmiendo en la casa de una señora llamada Miriam y que no quería volver con su mamá”.

Liliana, la directora del parador, sostuvo que ella no podía retener a la menor, ya que “ellos no tienen fuerza de ley para mantenerlos en el lugar. Si quieren irse, les abren las puertas y se van”. Sin embargo, lograron que diera su palabra de quedarse ahí hasta el lunes y así evitar que vuelva a desaparecer.

Los peligros que puede correr Selva son muchos. Sospechosamente un hombre llamado Leo, a quien lo rotula como amigo y lo conoció por Facebook, estaba en la comisaría el día que  reapareció, aunque se desconoce por qué se encontraba allí. “Ese hombre es un hombre bueno”, contó entre lágrimas la chica.

Puente La Noria es que habitual punto de encuentro para subirse a un colectivo trucho que la lleva a los talleres de costura, los cuales parecen no ser investigados por la Policía. “Dicen que ya no pueden hacer nada con la menor porque la carátula `averiguación de antecedentes´ ya está resuelta con la aparición de Selva, que no quiere volver a su casa. Dejan que una menor de 15 años decida su destino” concluyó indignada Cohen Rúa.

 

Sábado 15 de Septiembre de 2012

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