"Saber que el asesino está suelto me da miedo"

La mujer de Martinó vive una pesadilla: el hombre que mató a su esposo se fugó de la cárcel.

La mujer de Emiliano Martinó, el comerciante asesinado en 2010 en la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, afirmó hoy que vive "una pesadilla" luego de comprobarse que uno de los responsables del hecho se escapó de una cárcel de máxima seguridad apenas diez días después de haber sido condenado a 29 años de prisión.

"Tengo mucho miedo. Tenía un poco de tranquilidad (tras la condena), pero saber que está suelto me genera miedo, siento que estoy viviendo una pesadilla. No termino de procesar lo que fue la muerte de mi marido, y ahora esto", lamentó Gisela De Luca, quien remarcó que se siente "muerta en vida" y "presa" en su propia casa.

Según se supo ayer, Marcelo Segovia, uno de los tres condenados por el crimen ocurrido hace dos años y medio en Ramos Mejía, se escapó de una cárcel de máxima seguridad de Florencio Varela luego de estar allí una semana, a 10 días del juicio que llevó a cabo el Tribunal en lo Criminal Nº 1 de La Matanza.

"Me enteré de la fuga por los medios ayer a la tarde. Aparentemente él (Segovia) se había fugado el viernes, porque cuando hicieron la requisa esa noche él no estaba más, y la Fiscalía tomó conocimiento de esto recién ayer por la mañana", se quejó la mujer en declaraciones al Canal C5N.

De Luca aseguró "no" entender "nada" y agregó: "No salgo de mi asombro, después de tantos años de lucha. El juicio me dio tranquilidad, pero me duró poco, una semana me duró. No pude dormir, estoy presa en mi propia casa, tengo seguridad en la puerta y él está libre, tengo miedo por mi hija, mi familia, por todos".

"Saber que está suelto me genera miedo, siento que estoy viviendo una pesadilla. Mi vida quedó destruida, mi hija quedó sin papá, era re-buena persona y lleno de proyectos, lleno de vida, y ahora sigo por mi hija. Le sacaron a su papá, y siento que hasta me robaron los mejores años para disfrutar de ella. No pude disfrutar de sus primeros pasos, sus primeras palabras. Me siento muerta en vida, pero sigo por mi hija", señaló Gisela.

Por la fuga de Segovia, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) apartó y sumarió a cinco altos funcionarios del presidio: su director, Raúl Martínez; el subdirector de Seguridad, Mario Arapa; el subdirector de Asistencia y Tratamiento, Jorge Elichiribehet, y los jefe de los sectores Penal y Talleres, indicaron fuentes de la investigación a esta agencia.

Segovia había sido condenado a 29 años de cárcel, mientras que dos de sus cómplices, Gonzalo Prelis y Claudia Pérez recibieron 27 y 26 años, respectivamente. En la madrugada del 14 de enero de 2010, Emiliano Martinó, un comerciante de 33 años, llegaba junto a su esposa y su beba de 9 meses a su casa de la calle Beruti al 100 de Ramos Mejía.

Allí fue abordado por cuatro delincuentes que entraron a la casa de la familia y robaron unos 20.000 dólares y 6.000 pesos.
Un vecino advirtió el asalto y avisó al 911; cuando los ladrones vieron llegar a la policía se llevaron al dueño de casa como rehén en la camioneta Peugeot Partner de las víctimas.

Hubo un tiroteo y Martinó cayó herido con una bala en la espalda, y uno de los delincuentes fue abatido, mientras que los otros tres fueron apresados y llevados a juicio oral. En un primer momento se pensó que la bala podía haber sido de la policía, pero el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dijo entonces que había sido disparada por los ladrones.

Ahora Segovia es buscado por "todos lados", dijeron las fuentes, pero no podrá ser juzgado por su fuga porque la evasión no es un delito. Sí, en cambio, se concretó la apertura de la investigación para esclarecer cómo se escapó y si tuvo algún tipo de complicidad.

 

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24 de julio de 2012