Conflicto en UBA: docentes no descartan un nuevo paro

El Rectorado extendió los vínculos con 500 docentes, pero recortó a 108. Docentes y gremialistas hablaron con 24CON.

El conflicto por los retiros de los catedráticos entre las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y todos los gremios docentes, sumados a las distintas organizaciones de la institución, ya lleva años y hasta se judicializó.

La UBA argumenta que el estatuto de la entidad (que le da autonomía a la universidad) establece los retiros de los profesores a los 65 años como edad tope. En tanto, los gremios alegan que el estatuto (1958) entró en contradicción con la Ley nacional de jubilaciones docentes (2009), que habilita al docente a retrasar su retiro cinco años más.

 

Por estos días, el conflicto llegó a su climax, producto de la intención del Rectorado de retirar a 642 docentes. En los últimos días, distintas marchas de gremios y organizaciones lograron frenar el recorte masivo y la UBA extenderá los vínculos hasta diciembre próximo.

Por un lado, los gremios y organizaciones lograron sostener en su cargo a la mayor parte de los docentes. Pero también advierten que 108 de los catedráticos en cuestión fueron dados de baja. Estos se suman a los casi 40 que también fueron recortados en mayo último, cuando la UBA había tomado una decisión ídem a la actual.

Dos de los argumentos básicos del Rectorado son: por una parte, la autonomía de la UBA, plasmada en su estatuto. Por otro, la búsqueda de una renovación generacional en las cátedras.

En este sentido, el doctor en ciencias sociales Pablo Vommaro (36 años, docente e investigador de la UBA desde hace más de 10 años) dijo a 24CON que “autonomía no es autismo ni aislamiento de la sociedad. La autonomía nació como una protección de la UBA del contexto político. Para que los gobernantes de turno no tengan influencia sobre la libertad de cátedra, el presupuesto, la currícula, temas de investigación. Pero no para que la universidad vulnere derechos laborales”, explicó.

“El concepto de autonomía es una conquista para defendernos de gobiernos reaccionarios, sobre todo de dictaduras; no para que la UBA sea más reaccionaria que todo el país”, diferenció.

Asimismo, Vommaro desestimó que la intención del Rectorado sea la de articular una renovación generacional. “Es una falacia. Una mentira. Porque los puestos de los cesanteados quedan vacantes. No sólo no se llamó a concurso a nadie, sino que tampoco se promovió a otros docentes más jóvenes. Tampoco se comenzó a pagar a ninguno de los diez mil docentes que trabajan ad honorem”, aseguró.

 

“Hasta el momento, lo único que han hecho luego de cesantear es sobrecargar a otros docentes con más tareas. Sin ningún tipo de remuneración extra”, describió.

Por su parte, el secretario general de la Asociación Gremial Docente (AGD), Santiago Gándara, aseguró a 24CON que el argumento de autonomía “es tan burdo que ya casi no se repite desde el Rectorado. No se sostiene por sí mismo”, afirmó y agregó: “Y la excusa de la renovación generacional no sólo es despreciable, sino que tampoco lo están haciendo”.

Gándara remarcó que los docentes no descansarán “hasta que la UBA cumpla con el artículo 2 de la ley 26508”. La decisión del Rectorado de extender los vínculos sólo hasta diciembre, es en virtud de una espera por un fallo judicial favorable en la cuestión de fondo. En este aspecto, Vommaro fue optimista: “Creo que la Justicia le dará la razón a los docentes. Aunque no sería la primera vez que la UBA desoiga o apele un fallo de la Justicia”, advirtió.

En tanto, Gándara no fue tan optimista. “Es muy complicado. Primero la causa fue a un juzgado laboral, que se declaró incompetente y derivó a un administrativo. Es posible que el administrativo también se declare incompetente y derivé a la UBA. Ese es un escenario muy posible”, expresó.

“Nosotros, si es necesario, vamos a acudir a la Corte Suprema. Ya hubo un juez (Eugenio Zaffaroni) que se manifestó a nuestro favor. De todas formas, nuestra confianza está puesta en sumar la mayor cantidad de docentes posibles y seguir luchando hasta que el Rectorado retroceda”, afirmó.

En ese sentido, Gándara adelantó que no se quedarán de brazos cruzados hasta diciembre y que “el miércoles próximo nos reuniremos y convocaremos una asamblea para ver los pasos a seguir. No descartamos hacer un paro ni ninguna medida de fuerza”, aseguró.


La Facultad de Ciencias Sociales y el Ciclo Básico Común (CBC) son las unidades de la UBA más afectadas por este conflicto. Según datos de las autoridades de Sociales, cerca del 20 por ciento de sus cátedras quedarían desmanteladas en caso de avanzar la política del Rectorado.

Finalmente, el Dr. Vommaro se mostró apenado por la situación de sus colegas: “Son docentes que están en total actividad. No son ñoquis. Dan cátedras, escriben libros y le dan mucho prestigio a la entidad”, contó y ejemplificó: “Horacio González (el sociólogo, ensayista e integrante de Carta Abierta), que te puede gustar o no su pensamiento político, pero es un intelectual destacado”. A estos docentes, la UBA “en lugar de reconocerlos, los castiga”, concluyó.

 

 

12 de julio de 2012

 

 

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