En Argentina se roban cinco mil celulares por día
Los teléfonos inteligentes son los preferidos de los delincuentes, que los venden a $100.
La cifra de las denuncias permanece estable respecto de 2011, cuando se registraron cerca de 2 millones, es decir, alrededor de 166.000 por mes, según cifras de la consultora Carrier y Asociados.
En lo que va del año, ya se registró un millón de denuncias por dispositivos robados, lo que significa más de cinco mil celulares por día.
“El panorama de del primer semestre del presente año se presenta de manera similar a la primera mitad de 2011, también lo relacionado al tipo de usuario que más sufre los robos, que son los jóvenes en un 35% aproximadamente”, informa Enrique Carrier, en declaraciones que recoge Diario Popular.
Los impresionantes números de asaltos se enmarcan en una explosión de ventas en el rubro de telefonía móvil. De acuerdo con datos del Indec que toma la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (Cicomra), en la actualidad hay 57.850.200 equipos en funcionamiento.
Tan solo en 2011 se vendieron 14 millones de móviles, de los cuales 25% son smartphones. No es casualidad, entonces, que estos celulares sean el blanco más buscado por los delincuentes, ya que están copando el mercado.
Debido a las enormes cifras en materia de asaltos, la provincia de Buenos Aires implementó un servicio de denuncia rápida que pone en relación al Ministerio de Seguridad bonaerense con las tres empresas de telefonía móvil más importantes.
“Perder tu celular es mucho más que eso. Si te roban o perdés el celular, dalo de baja automáticamente llamando gratis al *910. Así, vos tenés un problema menos y entre todos ayudamos a prevenir el robo de equipos celulares”, reza la publicidad del sistema, que tiene como fin poner un freno a la reventa de los equipos.
Los delincuentes que se dedican a este tipo de asalto cuentan con software avanzado que les permite poner en funcionamiento los celulares robados en laboratorios, donde los equipos son “operados”, como se dice en la jerga.
Un teléfono inteligente robado puede reportar una ganancia de $100 al delincuente. Cuando vuelve a circular, lo hace con un nuevo chip, en perfecto funcionamiento y con un costo que no supera la mitad del original, comprado legalmente.
Cuando las personas compran estos equipos alimentan el círculo vicioso de la industria paralela que tiene como base el robo y la ilegalidad.
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