Cariglino volvió a amenazar a víctimas de mala praxis
Reapareció la patota que responde al intendente.
Uno de los familiares de una víctima de presunta mala praxis en centros de salud del municipio bonaerense de Malvinas Argentinas fue nuevamente amenazado de muerte en la tarde de ayer.
Oscar Bugliolo (padre de Gisella, fallecida en septiembre de 2004 tras una infección provocada por la placenta no retirada tras un parto) fue abordado por una camioneta con varios hombres en el cruce de las calles Pasco y Seguí. Uno de ellos le hizo el gesto de apuntarle con el dedo y le grito: “¿Qué hacés, fiambre?”
El Foro por la Salud en Malvinas Argentinas tuvo su reunión inaugural el martes último, a instancias de tres familias afectadas por curiosas muertes en hospitales de ese partido del Conurbano. Una es la familia de Celeste Morales, la niña de siete años muerta el 1 de este mes en el Hospital Claudio Zin, de Pablo Nogués.
A raíz de las denuncias de este caso fueron golpeados varios periodistas que cubrían los reclamos de los padres, entre ellos Mariano Vega, fotógrafo de Tiempo Argentino. Otra denunciante es Claudia Ledesma, madre de Melani, una beba de seis meses muerta por una infección en las vías respiratorias a la que nadie prestó atención. Y el tercero es Bugliolo, sereno en una fábrica, que a los 58 años y ocho nietos a cargo, viene sufriendo los amedrentamientos de las huestes del intendente Jesús Cariglino.
“Cuando empecé a investigar qué había pasado con mi hija, mucha gente que vio que había uno que se animaba a preguntar se me empezó a arrimar con sus historias. Así llevo recopilados 147 casos de mala praxis en Malvinas Argentinas”, señaló Bugliolo, y añadió: “Todas esas causas me terminaron costando dos intentos de homicidio, un intento de secuestro de mi hijo, que a mi hija de 17 años le gatillaran una pistola en la cabeza y que aterrorizaran al marido de Gisella al punto de que huyera: nunca más lo volvimos a ver”.
Claudia también tuvo novedades esta semana. El último domingo por la noche se estacionó frente a su casa un auto oscuro desde el cual una persona encapuchada la fotografiaba a ella y a su familia. Y el miércoles, una persona llamada Mónica Altamira la amenazó en su perfil de Facebook, donde pueden leerse cosas como “dejá de hacer lío” o “contá lo de la remiseria que te ayanaron (sic) donde vos eras la cordinadora y encontraron drogas y autos truchos, esta remisería era de tu cuñado, manga de delincuentes, ni tu abogadita amiga te va a sacar de esto”.
Ledesma aseguró a Tiempo que todas esas denuncias son falsas y que sólo buscan ensuciar la lucha. Si bien el municipio deslindó responsabilidades y condenó formalmente las agresiones a la prensa y los familiares, se dispuso que la Gendarmería los custodie.
22 de junio de 2012
FUENTE: Tiempo Argentino
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