Falleció una Testigo de Jehová por negarse a una transfusión de sangre
Fue en Concordia, en medio de la lucha del padre de Pablo Albarracini, el joven de Quilmes.
El director del Hospital Garat de Concordia confirmó este martes la muerte de una joven testigo de Jehová, en el norte entrerriano, por negarse a recibir una transfusión de sangre.
La mujer, identificada como Iris Fracalossi, de 35 años, residía en Villa del Rosario, una localidad rural del noreste
entrerriano de 2.000 habitantes, situada casi en el límite con la provincia de Corrientes.
La joven contrajo neumonía y por consejo de un médico de esa localidad fue trasladada hasta el sanatorio Garat de Concordia, donde luego de estar internada 15 días, murió el 26 de mayo tras negarse a ser transfundida.
Iris era soltera y trabajaba como niñera y empleada doméstica en la pequeña localidad, donde era conocida por todos.
Vecinos de esa localidad, reconocieron que la muerte de la joven "causó una profunda conmoción entre los habitantes del pueblo".
"Ella era muy trabajadora y una buena muchacha pero, lamentablemente por sus creencias religiosas se negó a que le hicieran una transfusión de sangre y murió", dijo Ana, una vecina de la muchacha.
La mujer comparó el caso con el de Pablo Albarracini, el testigo de Jehová que fue baleado en Buenos Aires y que también se niega a recibir sangre por cuestiones religiosas.
El deceso se había mantenido en el más estricto silencio por parte de sus familiares, pero los constantes reclamos para que Iris concurriera a sus lugares de trabajo, hicieron que finalmente la noticia se difundiera en el pequeño pueblo.
"Hace pocas horas que nos enteramos de la muerte de Iris y el revuelo que la noticia ha provocado en el pueblo es grandísimo", agregó Ana.
5 de junio de 2012
La mujer, identificada como Iris Fracalossi, de 35 años, residía en Villa del Rosario, una localidad rural del noreste
entrerriano de 2.000 habitantes, situada casi en el límite con la provincia de Corrientes.
La joven contrajo neumonía y por consejo de un médico de esa localidad fue trasladada hasta el sanatorio Garat de Concordia, donde luego de estar internada 15 días, murió el 26 de mayo tras negarse a ser transfundida.
Iris era soltera y trabajaba como niñera y empleada doméstica en la pequeña localidad, donde era conocida por todos.
Vecinos de esa localidad, reconocieron que la muerte de la joven "causó una profunda conmoción entre los habitantes del pueblo".
"Ella era muy trabajadora y una buena muchacha pero, lamentablemente por sus creencias religiosas se negó a que le hicieran una transfusión de sangre y murió", dijo Ana, una vecina de la muchacha.
La mujer comparó el caso con el de Pablo Albarracini, el testigo de Jehová que fue baleado en Buenos Aires y que también se niega a recibir sangre por cuestiones religiosas.
El deceso se había mantenido en el más estricto silencio por parte de sus familiares, pero los constantes reclamos para que Iris concurriera a sus lugares de trabajo, hicieron que finalmente la noticia se difundiera en el pequeño pueblo.
"Hace pocas horas que nos enteramos de la muerte de Iris y el revuelo que la noticia ha provocado en el pueblo es grandísimo", agregó Ana.
5 de junio de 2012