Ciudadela

"Gendarmería no para a los remises truchos"

Conectan la estación y el puente de Liniers con Fuerte Apache. “No queremos que dejen de trabajar, pero que estén en regla”, afirmó una organización de Ciudadela a 24CON.

Juan B Justo de un lado y la Avenida Gaona, del otro, son arterias neurálgicas de la zona norte de Ciudadela. Las dos se unen en una sola para transformarse en una importante avenida en el lado de la Ciudad de Buenos Aires.

 

El gran caudal de tránsito las transforma en una vía de escape para ladrones y delincuentes que se aprovechan del cambio de jurisdicción, entre la provincia, policía Bonaerense, y la Capital, policía Federal y Metropolitana. Por lo que otra fuerza de seguridad se apostó en el lugar para realizar controles de tránsito.

Entre las calles Reconquista, Castelli, y San Ignacio, frente a la transitada Juan B Justo, Gendarmería Nacional realizó controles a casi todos los autos que por allí transitaban, al punto de interrumpir el normal fluir de vehículo en uno y otro sentido. La Plaza vecinal “Hugo Carmelo” fu tomada como base operativa para los controles y operativos, pero desde allí mismo se concretan ilícitos que pasan desapercibidos por los uniformados.

Según denunció el Cabildo de Ciudadela, una agrupación que aglomera a los vecinos de la ciudad que buscan soluciones a los problemas de la región, a metros de los controles policiales inician su recorrido los remises truchos que unen la estación de tren y el puente de Liniers con el barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache.

En el Conurbano, es común que los recorridos no tomados por líneas de colectivos o que son demasiado onerosos con otros sistemas, sean tomados por servicios truchos. Así se ven colectivos ilegales en La Matanza, Combis que unen la Ciudad con las cabeceras de los partidos o los conocidos remises que a la voz de “Mariano-Marcos Paz” se anuncian en las cercanías de la estación de Merlo.

En Ciudadela estos remises son discriminados por la policía, ya que mientras todos los demás vehículos son inspeccionados, los taxis truchos se mueven sin ser detenidos. “Gendarmería paraba todo. Paraba el transito que circulaba a capital, pero específicamente esa problemática de remises truchos no la detenía”, explicó a 24CON Carlos Parrella, cabildante de Ciudadela.

“Cuando hablas con la Policía Bonaerense dice que no es su jurisdicción porque suben gente debajo del puente de Liniers, que es Capital. El que está cometiendo la falta sabe que en este lugar está amparada y se manejan con impunidad”, apuntó el vecino.

Además del comercio fuera de registro y sin habilitación, muchos de los autos utilizados no cuentan con seguro y están en dudosas condiciones técnicas. Lo que, sumado al método del servicio, incrementa los peligros. “Suben hasta cinco pasajeros, no de un mismo grupo, se van sumando. Depende de cuantos quiera llevar el chofer. Y viajan a Fuerte Apache por $2 cada uno. Es un servicio exclusivo de ellos, de los habitantes de ahí, es difícil que los vecinos de Ciudadela lo utilicen. Es un trabajo como cualquier otro, pero estamos alertas por los accidentes que hubo, hasta un fallecimiento. Ellos no tienen cobertura, ni seguro, ni nada”.

El Cabildo, que publicó en su portal la denuncia, no busca que desaparezcan los remises sino que se regularice el servicio y el trabajo brindado por los choferes. Afirman que siempre se trata de los mismos vehículos, que no tienen documentación y su procedencia y legalidad es dudosa. “Propusimos que tengan la posibilidad de comprar una unidad mejor, queremos que la municipalidad les de un crédito blando para que puedan comprar un auto a plazo. No estamos en contra del trabajo, sino de la falta de seguridad, y de que nadie se le haga cargo de nosotros. Queremos que a los choferes se les de la posibilidad de trabajar, pero con seguridad para ellos y terceros. El auto no está en condiciones y viajan cargados, y cuan mas rápido hagan el viaje, más rápido pueden volver a cargar gente. Con una unidad nueva, en condiciones y con la documentación, podrían trabajar igual, peor bien”, apuntó Parella.

Los remises van y vienen. Son tan baratos como un colectivo y llegan a lugares recondidos donde por inseguridad o estigmas, los transportes públicos no lo hacen. Recorridos marginados por las empresas que le dan sustento a un negocio ilegal que circula diariamente frente a los ojos policiales. “Son siempre los mismos autos, la connivencia existe. Las autoridades se lavan las manos. Todo el mundo lo sabe pero no hay respuesta”, finalizó el representante del cabildo.

31 de mayo de 2012

 

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