Patricia Sosa dijo que habla con extraterrestres
Los saluda en idioma Irvin. El primer encuentro fue cerca del Uritorco y le recomendaron hacerse vegetariana.
En una entrevista para la revista Pronto habló de un encuentro cercano del tercer tipo que vivió años atrás en Córdoba: “Yo me hice vegetariana una vez que tuve un avistaje de platos voladores, hace más o menos 14 años. Estábamos en Córdoba, en Los Terrones, habíamos ido con unas amigas a meditar y era de noche, todo muy oscuro y pensé: 'Dios mío, que se prenda una luz porque nos vamos a caer por un precipicio'. Una señora me dijo: ‘Deberías dejar de comer carne porque tiene una toxina que inhibe la telepatía’. ¡Y yo no había hablado! ‘¿Me escuchaste?’, le pregunté. Y ella me contestó: ‘Sí, y los hermanos también’”, contó Patricia.
De pronto se encendió una luz inmensa: era una nave que nos iluminó todo el camino hasta la salida. Ni mis amigas y yo comimos carne nunca más”, agregó la jurado de Soñando por bailar.
“Vi platos voladores con mis propios ojos, no me lo contaron”, puntualizó Sosa. Y añadió sin titubear: “¿Si sigo viéndolos? A cada rato, hasta en el jardín de mi casa. Una noche estaba con mi sobrino, mostrándole las constelaciones. Le señalé lo que pensaba que eran Las Tres Marías, pero me di cuenta de que eran tres naves. Las saludé: 'Wamanaica shimininca', que en irvin, un idioma intergaláctico, quiere decir: 'En este encuentro te honro, señor'. Y las naves potenciaron su luz, brillaron más, se movieron y después desaparecieron. Esos reconocimientos me pasan a cada rato”.
“Hay que prestar atención. Y además no creo que todas las energías estén preparadas para eso. Mis músicos dicen que estoy del tomate”, finalizó la cantante.
Actualmente Patricia Sosa reparte sus días entre Soñando por cantar, el programa de Canal Trece donde actúa de jurado y evalúa a posibles cantantes, y sus propios show que la llevarán en junio a presentarse en el N/D Ateneo.
El Parque Los Terrones encierra una zona misteriosa en las sierras cordobesas en donde formaciones geológicas erosionadas por el viento y la lluvia representan formas extrañas y sumamente distintas al paisaje común de la zona de cerros. Ubicado entre Ongamira y Capilla del Monte, y a la sombra del Cerro Uritorco, está rodeado de mitos y leyendas que hablan de extraterrestres, de los espíritus de los pueblos comechingones que habitaron el lugar y de la ciudad intraterrena de los Erks.
29 de mayo de 2012
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