Todo se transforma: crean ladrillos con cenizas volcánicas
Dos científicos desarrollaron la idea. Los bloques son prácticos y servirán para viviendas sociales.
Nada se pierde, todo se transforma. Con esa premisa un grupo de investigadores científicos lograron sacarle provecho a una catástrofe natural: es que crearon ladrillos a base de las cenizas volcánicas del Peyehue-Cordón Caulle, que azotaron a la Patagonia un año atrás.
El daño fue total para muchos de los habitantes de las zonas cordilleranas como Bariloche, Villa La Angostura, San Martín de los Andes, y aledaños. Sin embargo, los argentinos Marianela Romero Hamsa y Álvaro del Villar decidieron aprovechar las toneladas del material rocoso que cayó en la región con un fin social.
“Nos preocupaba la gente sin una vivienda digna. Cuando vimos la enorme cantidad de ceniza, pensamos en usarla con una máquina que fabrica bloques para construir viviendas sociales”, contó Hamsa, de 34 años y oriunda de Córdoba.
Así fue que su iniciativa dio resultado y los ladrillos fueron testeados con ensayos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es más, su material tiene la resistencia suficiente como para formar parte del techo, y hasta son aislantes del frío patagónico.
Además, son prácticos y maleables, no se necesita usar mezcla con cemento, ya que vienen con un sistema de encastres que permite unirlos y secarlos al natural, y los bloques incluyen espacios para cañerías y cables de luz.
“Son bloques que permiten construir rápidamente: por ejemplo, en un día se podría tener una casa de 45 metros cuadrados” . Si bien los ensayos dieron positivo, ahora enfrentan un gran desafío: contar con una máquina que fabrique los bloques en la misma zona para producir a mayor escala.
El proyecto forma parte del programa de emergencia volcánica (www.proevo.com.ar) que se creó el año pasado coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro e integrado por otras universidades e institutos científicos. Cuenta con el apoyo financiero del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
26 de mayo de 2012