"Nunca digas que te cansaste de mí"

"Nunca olvides que hay alguien que mataría por vos y que haría cualquier cosa para que vos estés feliz". Esa es una de las tantas frases que aparecen en las cartas que Florencia Trías le envió a su novio Matías Cuello, el hombre murió por a causa de las quemaduras que le produjo el agua hiriviendo que presuntamente le arrojó su pareja.

Esto, claramante complica aún más a la joven de Pilar, que días atrás se negó a declarar y quien es la única imputada en el caso. “Muchas veces me pongo en tu lugar y no me gustaría nada de lo que hago yo que vos me lo hagas a mí (sic)”, aparece en las hojas rayadas que serán incorporadas al expediente judicial, según publicó el diario Perfil.

“Me duele mucho cuando me hacés enojar y me sacás de mis casillas. Negro tratá de no hacerme enojar”, imploró Florencia en una de las primeras cartas, fechada en agosto de 2010. En otro tramo le dice: “Nunca me digas que te cansaste de mí porque ese día me voy a morir (…) Ruego a Dios que no me dejes (…)”.

En tanto, el abogado de la víctima Julio César Torrada, expresó: “Las cartas son un elemento más que demuestran el grado de extorsión y violencia que ejercía Florencia sobre Matías. Serán presentadas entre el lunes y martes próximo en la investigación penal, junto a un certificado de diciembre de 2011 que prueba que Matías asistió a una dependencia de la Municipalidad de José C. Paz buscando asesoramiento y contención en casos de violencia familiar. Allí le recomendaban realizar un tratamiento interdisciplinario, que lamentablemente no hizo”.

Matías, de 24 años, murió el 7 de mayo pasado en la Clínica Modelo de Vicente López después de 22 días de agonía. Florencia, su novia y madre de su beba de siete meses, es la única detenida en la causa y está acusada de haberle arrojado agua hirviendo de una pava eléctrica tras una pelea, lo que le produjo quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo. Ambos vivían en un monoambiente de la localidad de Derqui, partido de Pilar. En tanto, la criatura quedó en manos de la madre de la supuesta agresora, aunque su tenencia es reclamada por los familiares de la víctima.

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