El náufrago de Quilmes está "muy triste por la muerte de sus compañeros"
El único sobreviviente del choque de los barcos en el Río Paraná fue dado de alta y se aloja en casa de parientes, para no tener contacto con la prensa.
Héctor Bogado, el vecino de Solano y único sobreviviente en el choque de buques en el río Paraná, salió del Sanatorio Modelo Quilmes. Sus familiares, informaron que por prescripción médica y recomendación de sus superiores no tenga contacto con la prensa. Ellos indicaron que mejora su estado de salud pero que “está triste por la muerte de sus compañeros”. Trascendió que está alojado en la casa de unos parientes, lejos de la ciudad.
El Negro, como lo conocen, lleva 37 años navegando (tiene 62) y gracias a su experiencia logró sobrevivir. “El barco se hundió en cinco minutos. Él se aferró a un salvavidas y se alejó para que no lo chupe la nave”, relató Vanesa, la hija de Bogado. Estuvo flotando durante una hora y media, en medio de la oscuridad y el frío. Según los estudios médicos tragó agua, gasoil y aceite.
Con signos de hipotermia y bajo un fuerte estado de shock emocional, fue trasladado a la clínica donde según el parte médico, su estado de salud es óptimo. Si bien estuvo en observación y recibió asistencia psicológica, ya está junto a su familia para intentar superar este difícil momento donde perdió a todos sus compañeros de trabajo.
Vecinos de su casa de la calle 855 y 895 reconocen que la familia es muy reservada y si bien sabían que periódicamente se embarcaba, la noticia de la tragedia causó conmoción.
15 de mayo de 2012
El Negro, como lo conocen, lleva 37 años navegando (tiene 62) y gracias a su experiencia logró sobrevivir. “El barco se hundió en cinco minutos. Él se aferró a un salvavidas y se alejó para que no lo chupe la nave”, relató Vanesa, la hija de Bogado. Estuvo flotando durante una hora y media, en medio de la oscuridad y el frío. Según los estudios médicos tragó agua, gasoil y aceite.
Con signos de hipotermia y bajo un fuerte estado de shock emocional, fue trasladado a la clínica donde según el parte médico, su estado de salud es óptimo. Si bien estuvo en observación y recibió asistencia psicológica, ya está junto a su familia para intentar superar este difícil momento donde perdió a todos sus compañeros de trabajo.
Vecinos de su casa de la calle 855 y 895 reconocen que la familia es muy reservada y si bien sabían que periódicamente se embarcaba, la noticia de la tragedia causó conmoción.
15 de mayo de 2012