Quilmes
Se quejan porque el olor de los cuerpos cremados se mete dentro de sus casas
Un hombre que vive enfrente del cementerio de Ezpeleta realizó la denuncia hace dos años. "La empresa crematoria tiene 60 días para solucionar el problema", dijeron a 24CON desde el municipio.
Cada vez que en el cementerio de Ezpeleta se realiza una cremación, un “olor nauseabundo” inunda el barrio. Por las chimeneas de los dos hornos sale un humo negro que se mete en las casas. “Estando adentro también se siente”, cuenta a 24CON Blanca, una de las vecinas que encabeza el reclamo. Todo queda manchado de hollín. Su esposo Ramón fue quien hace dos años elevó la denuncia al municipio. Todavía no se encontró una solución. “Es impresionante el olor que estamos teniendo. En su momento se había terminado, pero ahora directamente no se puede estar afuera”, asegura el hombre.
Ramón y Blanca viven sobre la calle La Guarda, justo enfrente de la zona del crematorio. “Está concesionado por el municipio, la empresa se llama Crematorios del sur y opera en el cementerio de Ezpeleta y en el de Lanús”, le cuenta a este medio Claudio Mountalvián, de la dirección de impacto ambiental de Quilmes. “Luego de recibir la denuncia fuimos al lugar y, pese a que no se pudo ver en un día los efectos que ellos describían, se le pidió a la empresa que haga un estudio sobre el aire. Dio bien, pero la molestia en los vecinos seguía”, agregó.
“El proceso de cremación no es perfecto, cuanto mayor es la temperatura del horno, menos olores pueden existir. Le pedimos que mejore esto. El primer intento resultó inadecuado: se puso un filtro en las chimeneas para interceptar parte de partículas. No nos pareció suficiente y le pedimos otra propuesta. Ahora en el horno de cremación, sobre el techo, se va a colocar un quemador para que las partículas vuelvan a ser quemadas para acelerar la salida de los gases”, explicó el funcionario. Desde el municipio, aseguran, le pusieron un plazo para esa obra a la empresa: “A finales de marzo se le puso un límite de 60 días para que terminen con esa obra. Si no es eso, ya no se qué mejora se podrá establecer que no sea cambiar los hornos”.
Si bien acataron la intimación del municipio, desde Crematorios del Sur deslizaron la posibilidad de que el olor sea de otra parte del cementerio o de la morgue, que se encuentra a pocos metros de distancia.
24 de abril de 2012
Ramón y Blanca viven sobre la calle La Guarda, justo enfrente de la zona del crematorio. “Está concesionado por el municipio, la empresa se llama Crematorios del sur y opera en el cementerio de Ezpeleta y en el de Lanús”, le cuenta a este medio Claudio Mountalvián, de la dirección de impacto ambiental de Quilmes. “Luego de recibir la denuncia fuimos al lugar y, pese a que no se pudo ver en un día los efectos que ellos describían, se le pidió a la empresa que haga un estudio sobre el aire. Dio bien, pero la molestia en los vecinos seguía”, agregó.
“El proceso de cremación no es perfecto, cuanto mayor es la temperatura del horno, menos olores pueden existir. Le pedimos que mejore esto. El primer intento resultó inadecuado: se puso un filtro en las chimeneas para interceptar parte de partículas. No nos pareció suficiente y le pedimos otra propuesta. Ahora en el horno de cremación, sobre el techo, se va a colocar un quemador para que las partículas vuelvan a ser quemadas para acelerar la salida de los gases”, explicó el funcionario. Desde el municipio, aseguran, le pusieron un plazo para esa obra a la empresa: “A finales de marzo se le puso un límite de 60 días para que terminen con esa obra. Si no es eso, ya no se qué mejora se podrá establecer que no sea cambiar los hornos”.
Si bien acataron la intimación del municipio, desde Crematorios del Sur deslizaron la posibilidad de que el olor sea de otra parte del cementerio o de la morgue, que se encuentra a pocos metros de distancia.
24 de abril de 2012