Los kelpers quieren negociar: "No nos dejen afuera"
Celebran la llegada de la Fuerza Real Británica como una forma de protegerlos de lo que consideran un acoso de los argentinos.
El periódico británico Financial Times, publicó un artículo en el cual expresó la postura kelper en relación con las Islas Malvinas y el conflicto entre Argentina e Inglaterra. En ese sentido, celebran la llegada de la Fuerza Real Británica, de la misma forma que festejan el 14 de junio como el “día que nos libramos de Argentina”.
En tanto, pese a considerarse británicos, tampoco descartan que haya que negociar y aclaran: “No nos dejen afuera”.
El artículo
Ver los aviones de la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) sobrevolando a pocos metros de las tierras de las Malvinas no representa una molestia para los 3.000 habitantes de las islas.
“Cuando un visitante pregunta sobre el ruido de los aviones volando a baja altura, respondemos con orgullo que es el sonido de la libertad”, dijo Barry Elsby, médico y uno de los ocho miembros de la asamblea legislativa de las islas.
Las Malvinas, que cuentan con el destacamento de la RAF de Mount Pleasant desde la exitosa intervención de Gran Bretaña en 1982, recibieron al Príncipe William en su misión de entrenamiento de seis semanas el mes pasado.
Pero la llegada del príncipe coincidió con una creciente guerra de palabras entre el Reino Unido y Argentina -que todavía reclama los derechos sobre las islas -pocos días antes del 30º aniversario de la guerra que libraron ambas naciones para disputarse el control del archipiélago-.
Más de 900 personas murieron durante el conflicto que se extendió durante 74 días y en el que las fuerzas británicas se impusieron a las argentinas. "Los aniversarios siempre son emotivos. El 2 de abril es un día de rememoración, pero el 14 de junio celebramos nuestra liberación de Argentina", comentó Elsby, quien agregó que los argentinos se están aprovechando del aniversario de la guerra para plantear una batalla retórica.
El miércoles, Gran Bretaña citó a un diplomático argentino de alto rango en el Reino Unido para que explique la razón por la cual Buenos Aires le pidió a 20 empresas líderes que dejen de importar productos británicos.
El mes pasado, Argentina protestó formalmente ante la ONU y argumentó que Gran Bretaña estaba enviando armas nucleares a las Malvinas, generando un altercado diplomático sobre la "militarización" del tan disputado archipiélago del Atlántico Sur, que se encuentra a 500 kilómetros de la costa argentina. Algunos miembros del Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes llegaran a las islas este mes, pero niegan que el viaje esté relacionado con las crecientes tensiones.
David Cameron acusó a Cristina Fernández, la presidente de Argentina, de tener una actitud "colonialista" hacia las islas y declaró que el Reino Unido apoya firmemente la autodeterminación del pueblo de las Malvinas.
Robin Pietaluga, un ganadero de ovejas que ha vivido en las islas toda su vida, afirmó: "Este es un gobierno civil que nos acosa en comparación con el gobierno militar anterior a 1982 que nos pateaba la puerta. Los argentinos no son de fiar y no queremos tener nada que ver con ellos".
La postura del primer ministro goza de mucha popularidad entre los habitantes de las islas. "La gente de aquí desea ser británica y queremos poder elegir ser británicos y determinar nuestro propio futuro, comentó Stacy Bragger, editor de noticias del Servicio Radial de las Malvinas.
Los habitantes de las islas culpan a los argentinos de iniciar el conflicto y los acusan de usar la cuestión de la soberanía de las Malvinas para desviar la atención de sus problemas domésticos.
"Si nos remontamos a 1982, la junta militar argentina estaba tratando de ganar popularidad, es un caso clásico de un gobierno intentando alejar la atención de sus cuestiones internas", agregó Bragger.
Elsby coincidió: "Creemos que Argentina está utilizando a las Malvinas para correr sus problemas políticos y económicos internos del centro de atención".
Pero los habitantes de las islas reconocen que el conflicto con los argentinos se intensificó desde que Rockhopper Exploration, la empresa de exploración petrolera que apuntó a las Islas Malvinas, descubrió petróleo mar adentro de sus costas. El pozo Sea Lion puede llegar a contener hasta 1.200 millones de barriles de petróleo, según las estimaciones.
En los meses transcurridos desde el hallazgo, Argentina ha tratado de persuadir a otros estados latinoamericanos, entre ellos Brasil, de negar el acceso a sus puertos a los barcos con bandera de Malvinas. "Durante los últimos años, Argentina ha estado tratando de perjudicar la economía de las islas. Estas medidas no nos sorprenden pero son frustrantes", dijo Bragger.
Los argentinos habían prohibido que los vuelos chárter sobrevolaran su espacio aéreo para llegar a las islas -aunque la presidente Cristina Fernández pareció suavizar su postura sobre el tema el jueves- y bloqueó la navegación de los barcos por el Estrecho de Magallanes. Las Malvinas comerciaban 8 millones de libras esterlinas en mercaderías al año con el puerto chileno de Punta Arenas, pero todo eso desapareció y elevó el costo de las mercaderías en las islas, dijo Elsby.
Roger Spink, gerente general de la Falkland Islands Company, la mayor tienda minorista de las islas agregó: "Nos ha hecho la vida difícil pero ya lo superaremos. La gente de aquí está acostumbrada a que Argentina nos ponga piedras en el camino, pero hemos sido ingeniosos para encontrar formas de esquivarlas".
Los habitantes de las islas dicen que las negociaciones bilaterales entre los británicos y los argentinos no conducirán a la solución del conflicto. "Argentina sigue pidiendo que haya negociaciones y quieren que intervenga la ONU. Estamos de acuerdo con las negociaciones, pero tienen que ser entre tres partes. No nos van a dejar afuera", dijo Elsby.
Mientras tanto, Elsby comentó que los habitantes de las islas están contentos de escuchar al Príncipe William y sus pares pilotos sobrevolando las islas. "Queremos que vuelen aún más bajo y hagan aún más ruido".