Aciertos y papelones de la moda en la "Red Carpet"

Para los amantes de la moda, el momento más importante de los Oscars es la alfombra roja, en la que pueden ver los ostentosos vestidos que lucen las diosas de Hollywood.   

 

Esta vez, sorprendió Milla Jovovich, con un precioso vestido blanco Elie Saab que combinó a la perfección con su maquillaje intenso; y Viola Davis, con un Vera Wang verde que destacaba su piel morena de la mejor manera.

 

La franco-argentina Berenice Bejó se vio bien en verde claro, aunque el vestido no era demasiado adecuado para su edad y debió optar por algo que resaltara más su increíble figura. Algo parecido pasó con el Alexander McQueen de Jessica Chastain, que la hacía parecer bastante vieja, y con el de Sandra Bullock.   

 

Las "atrevidas" fueron Emma Stone Y Jennifer Lopez, con un enorme moño y un enorme escote, respectivamente. Natalie Portman también se arriesgó con un vestido rojo a lunares negros: quizás un estampado demasiado informal para los Oscars, que además combinó con un collar exagerado.

 

Mientras que Meryl Streep ya es una reincidente de los errores en la alfombre roja, su contemporánea Glenn Close estaba divina en verde oscuro.

 

En cuanto a parejas, Brad y Angelina se adueñaron de la escena. El tajo en el vestido negro de Jolie era simplemente para quitar el aliento. Aunque George Clooney y su novia no se quedaron atrás.

 

La nota desubicada la dio el comediante Sacha Baron Cohen (invitado por su papel en "Hugo") que llegó al lugar vestido de dictador (un personaje de su próxima película) y cargando un jarrón con la cara del norcoreano Kim Jong Il pintada, que simulaba ser el cofre de sus cenizas. Para peor, quiso hacer un chiste y le tiró encima casi todas las "cenizas" (en realidad, era polvo para bizcochuelo) al conductor de E!, Ryan Seacrest, mientras lo entrevistaba. Después, visiblemente enojado, él tuvo que limpiarse el desastre que quedó en su impoluto saco, mientras Cohen fue retirado por agentes de seguridad.    

 

Estos son los looks más destacados de las estrellas durante su llegada al Kodak Theatre.