Padres de Cromañón creen que la calle cerrada dificultó tareas de rescate

“Ayer reviví la tragedia”. El pánico de las miles de personas luego del estallido del tren, las corridas por los hospitales en busca de víctimas, los 50 muertos, los llantos, la desesperación también de los bomberos y personal del SAME y los más de 700 heridos, revivieron el caos del 30 de diciembre de 2004, cuando el boliche Cromañón (a apenas una cuadra de la estación) ardió en un recital de rock y se llevó la vida de 194 pibes.

Así lo recordó Graciela Peloso, una de las madres de las víctimas del fatídico episodio, que se desgarró con las imágenes que veía desde su televisor. Pero mientras se rescataban a contra reloj a los cientos de heridos, el eje de la discusión también pasaba, en menor medida, por otro lado.

Algunas ambulancias que acudían al lugar debían desviarse debido a que la calle Bartolomé Mitre permanece cerrada desde hace más de 7 años, ya que allí actualmente se encuentra el santuario de Cromañón. Según trascendió tardaban casi unos 10 minutos de más en llegar al epicentro de la tragedia. Un tiempo, sin dudas, crucial.

Así se reavivó el debate: abrir o no la calle. Mitre, a la altura 3000, fue cerrada por la Justicia en su momento y hasta la actualidad hubo varios intentos del Gobierno porteño (ninguno concluido), de reabrirla. “Tenemos que consensuar con los padres”, había dicho en 2011 el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta, ante la promesa de la construcción de un memorial.

A favor

Si bien en la causa de su lucha es una sola, entre los familiares de Cromañón existen grupos diferenciados, que manifiestan distintos criterios. Los primeros que se expresaron fueron desde el movimiento de víctimas Que no se repita. “Solicitamos que se implementen las medidas necesarias para hacerles entender a los padres que sustentan esta actitud, que una calle, una vía de escape, no debe ser cerrada o clausurada, porque no sabemos cuando la podemos necesitar...hoy es necesaria y está cerrada!!! Igual que las puertas con candado!”.

En un comunicado difundido ayer en su sitio web, agregaron: “Si esos padres estarían en el lugar de algún padre de un hijo que viajara en ese tren y que hubiera fallecido, qué estarían diciendo ahora? Nos sentimos muy dolidos. Impotentes e indignados por este hecho, nos conmovemos con el dolor de tantas familias!!!”.

En diálogo con 24CON, Graciela Peloso, madre de uno de los chicos fallecidos, expresó:
“Estoy totalmente de acuerdo en la apertura de la calle, así en las condiciones que está no me representa. Ese es un lugar de mucho dolor y hay que darle vida, para que se siga recordando lo que fue Cromañón. En Casación la Justicia pidió la apertura de la calle, hay un proyecto aprobado y a muchos de los padres nos parece bueno”.

Por su parte, uno de los sobrevivientes, Pablo Petinaroli, también se refirió a favor de la decisión, y aclaró que si bien ninguno de sus familiares o conocidos murieron ese día, expresó que si “es para ayudar a la gente que está enferma o que estuvo lastimada, es algo que no hay mucho para discutir”.

En una esquina actualmente existe un monumento que recuerda a las víctimas con fotos y ofrendas, y en el predio lindero a la estación de tren se construyó una plazoleta con placas.

Allí los familiares lloran y recuerdan a sus víctimas, y aquellos que se oponen aseguran que abrir la calle sería una “falta de respeto”, y que de esa manera se mantiene vivo el recuerdo de la tragedia, para que nunca más suceda. Sin embargo, el corte de tránsito provocó además que unas 40 líneas de colectivos cambiaran su recorrido y realicen un rodeo de varias cuadras, al igual que las ambulancias, para acudir a una emergencia.

23 de febrero de 2012

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Quién es Marco Antonio Córdoba, el motorman del tren de la tragedia
Es uno de los maquinistas más novatos de la empresa. Conducía la formación "Chapa 16", cuando no funcionaron los frenos hidráulicos.