Hicieron un túnel con tapas de gaseosa y se fugaron

Cuando el personaje de Stephen King “Andy Dufresne” se escapó con un pequeño martillo de la prisión de “Shawshank” gracias a un poster de Rita Hayworth en “Rita Hayworth y la redención de Shawshank”, nadie podía creer que “Andy” hiciera semejante túnel con solo esa herramienta. Tampoco fue verosímil para muchos la forma en la cual se deshizo de la tierra. Una vez más, la realidad volvió a superar a la ficción.

En la provincia de Tucumán ocurrió una de las fugas de prisión más insólitas de los últimos tiempos: dos presos aprovecharon la humedad detrás de la sólida fachada de la pared y, con tapitas de gaseosas como herramientas, lograron hacer un túnel y escaparon.

Las paredes del baño que utilizan los detenidos de la comisaría de Banda del Río Salí (al este de la capital de Tucumán) están siempre húmedas debido a los reiterados problemas que tienen con las cañerías, según confió una fuente policial. Y dos de los presos vieron esta situación como una oportunidad para recuperar la libertad.

El día elegido para actuar fue la madrugada del domingo. Las fuentes consultadas por LaGaceta.com.ar estimaron que la fuga se pudo haber concretado alrededor de las 4. Los dos hombres, que estaban detenidos por un robo agravado, aprovecharon que el agua había debilitado los ladrillos y los rasparon para salir.

Lo curioso fue que, según pudieron determinar los investigadores, sus únicas armas fueron algunas tapitas plásticas de gaseosas. Con sus bordes gastaron la pared hasta lograr un hueco por el que pasaron en posición horizontal.

Antes, para evitar ser descubiertos, rompieron uno de los caños de la comisaría (el protagonista de la mencionada película también tuvo que romper una tubería para escapar). Lo hicieron de manera tal que perdiera demasiada agua y el guardia tuviera que ocuparse de solucionar el problema mientras ellos volvían a caminar por la calle.

Uno adentro, el otro…
El citado personaje de King, “Andy Dufresne” luego de su fantástica huida se reencuentra con su viejo amigo que conoció en la cárcel, “Red”, para vivir el resto de sus vidas en las paradisíacas playas de la ciudad mexicana de Zihuatanejo. Pero la suerte de los presos tucumanos no fue la misma.

Una vez que atravesaron la pared, salieron a un cuarto que la Policía utiliza para guardar las motos secuestradas. Escapar de ahí fue más sencillo, les bastó con abrir una ventana y saltar hacia el pasillo de una casa vecina. De ahí en más, la ansiada libertad.

Más tarde, a las 6.30, cuando los uniformados controlaban el calabozo, se encontraron con las dos sorpresivas ausencias. Rápidamente, organizaron la búsqueda de los dos fugitivos y un par de horas después uno de ellos regresaba esposado.

Fue el primero en caer, precisamente, quien había planeado la fuga. Así lo habría confesado cuando lo atraparon a 10 cuadras de la comisaría. Según señalaron las fuentes, el individuo merodeaba con su bolso en la mano en busca de un lugar donde refugiarse. El segundo prófugo, aún está libre y es intensamente buscado por la Policía, informó LaGaceta.com.ar.

Mientras tanto, los 10 detenidos que permanecían alojados en ese lugar fueron trasladados hacia otra comisaría hasta que se solucionen los problemas edilicios de la dependencia ubicada en avenida Santo Cristo y Antártida Argentina.