Día de la lucha contra el cáncer

Qué es el linfoma, una enfermedad que afecta a cada vez más jóvenes

"Linfomas Argentina" explica cómo es vivir con un mal que, detectado a tiempo, tiene un 70% de supervivencia. Las personas que lo padecen.

El linfoma es el quinto tipo de cáncer más común a nivel mundial, y el primero en adultos jóvenes de entre 20 y 35 años. Cada año, unas 20 personas por cada 100 mil habitantes de nuestro país lo padecen. Sin embargo, pocos son los que conocen de qué se trata en realidad esta enfermedad.

“Como no es muy conocida, muchos ni siquiera saben que se trata de un cáncer. Sí saben sobre la leucemia, que está relacionada, pero no sobre el linfoma, y eso es un problema, porque cada día afecta a más gente”, advirtió a 24CON Claudia Bulzomi, una de las directivas de la Asociación Linfomas Argentina.

Por eso, la ONG aprovecha este 4 de febrero, Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, para concientizar a quienes aún no están informados sobre la prevención y tratamiento de estos tumores menos frecuentes.

Tanto el linfoma como el síndrome mielodisplásico – del que también se ocupa la entidad – son reconocidos como cánceres de la sangre o, más específicamente, del sistema linfático, con vasos sanguíneos que conectan los ganglios y la médula ósea. “El linfoma es un crecimiento anormal de células malignas en el sistema, que a su vez  provoca un crecimiento anormal en los ganglios. Por lo general, se presentan en el cuello, las axilas y la ingle”, detalla la doctora María Virginia Prates, asesora médica de la entidad.

Los dos grandes tipos de linfoma son los Hodgkin – de características malignas – y los No Hodgkin. Estos últimos – que afectan a los glóbulos blancos llamados “linfocitos” - son los de menor gravedad y también los más comunes. 

“A veces, la enfermedad es difícil de detectar, porque la inflamación del ganglio no se produce, pero sí hay un cansancio inusual, mucha traspiración, pérdida de peso, fiebre nocturna y picazón o tos persistentes. Otras veces sólo se da la hinchazón indolora del ganglio, y otras los síntomas aparecen combinados”, aclara Prates, que también se desempeña en el Servicio de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Italiano de La Plata, su ciudad natal.

Como en todos los casos de cáncer, “la consulta temprana al médico resulta fundamental para realizar un diagnostico lo más rápido posible y detectar el linfoma en un estadio precoz”, lo que aumenta las posibilidades de cura. De todas formas, se trata de un tipo de enfermedad con muy buena respuesta a los tratamientos. “La mayoría de las veces, el diagnóstico es quirúrgico, y en un 70 por ciento de los casos el paciente resulta curado”, señala la doctora.  

Asimismo, destaca que “las personas con déficit en la inmunidad tienen un mayor riesgo de padecer linfoma. Por ejemplo, pacientes con HIV o receptores de un trasplante de órganos, que fueron sometidos a inmunosupresores”.

Por su parte, el síndrome mielodisplásico “es bien diferente al linfoma: se da en adultos mayores, generalmente desde los 70 años”, detalla. En este caso, se produce por una alteración en la producción de las células presentes en el torrente sanguíneo, y sus síntomas son “cansancio, sangrado por deficiencia de plaquetas, anemia, fatiga, disnea (dificultad para respirar) y debilidad”.

 

En los últimos tiempos, estas enfermedades pasaron a la esfera pública tras conocerse que algunos personajes famosos o sus parientes las padecían. A fines del año pasado, el actor norteamericano Rob Lowe, reconocido por su papel en la serie "The West Wing", confesó que su padre convive con un linfoma desde 1990, y se convirtió en el vocero oficial de la lucha contra este mal en su país.

 

"Mi vida y la de muchas otras personas en el mundo se vio afectada por el linfoma. Cuando se lo diagnosticaron a mi padre, me quedé bloqueado. Como muchos otros, jamás había oído hablar de este mal", relató en su momento.

 

En tanto, el pasado 12 de septiembre el australiano Andy Whitfield, protagonista de la serie "Spartacus", falleció a los 39 años luego de batallar durante 18 meses contra un Linfoma no Hodgkin.

 

"Es importante difundir que esta no es una enfermedad desconocida en nuestra región, sino que está entre nosotros. Es sabido que la padece el ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo y, la tuvo la presidenta Dilma Rousseff en Brasil”, recuerda Bulzomi. 

Una ayuda para luchar

Desde la Ciudad de Buenos Aires, Linfomas Argentina brinda asesoramiento a personas de todo el país que padecen de linfoma o de síndrome mielodisplásico, así como también a los familiares que los acompañan en la lucha.  

“A veces es mucho más importante darle información a la familia, porque el paciente está tan angustiado con su enfermedad que no quiere ocuparse de eso”, explica Bulzomi, que es paciente en remisión de Linfoma de Hodgkin, con un trasplante de médula. Vive una vida plena luego de haber terminado el tratamiento, en el año 2001.

De hecho, todos los miembros directivos e integrantes de la asociación están relacionados de alguna forma directa o indirecta con la enfermedad. “Tratamos de darle a la gente que nos consulta el mayor conocimiento posible, que sepan que en estos casos existe en el país una organización que los puede ayudar”, asegura la docente. 

En este sentido, ofrecen apoyo psicológico durante todo el proceso de la enfermedad, envían libros instructivos al interior, dan charlas en centros de salud y explican a los pacientes cómo tratarse una vez diagnosticados. “Cuando no pueden acceder a la medicación, les facilitamos la gestión sin cargo. Incluso hasta tenemos talleres de maquillaje, para que se puedan ver bien en las etapas más avanzadas del linfoma”, agrega Bulzomi.

A esto se suma las actividades especiales que realizan en la vía pública todos los 15 de septiembre, fecha establecida por la OMS como el Día Internacional del Linfoma.


La ONG recibe cada mes unas 1700 consultas a través de Facebook y unas 1500 de gente que se contacta por la página Web. Para comunicarse, se puede llamar al 0800-555-54636 o visitar www.linfomasargentina.org.