La ventanilla oscura del albergue permitió que el violador entrara con la nena
El conserje del hotel, donde un albañil violó a su hijastra, contó cómo se produjo el hecho.
El fin de semana ya había terminado pero Teófilo no logró pegar un ojo, pasó la noche entera en vela, pensando. Eran las seis de la mañana del lunes cuando se acercó a la habitación de su hijastra. Ella sí dormía.
La despertó y le propuso pasear. Era conocido en el barrio por sus cabellos largos y canosos y por su pasión por las motos. Aun cuando todavía tenía sueño, la nena, de doce años, aceptó el paseo por las primeras horas del día ya que estaban de “vacaciones”.
Él quizás ya lo había pensado, ella no se lo imaginaba. A las pocas cuadras entraron en un albergue transitorio donde el padrastro la violó.
La historia de cómo el albañil de 57 años logró colarse en un “telo” de San Justo, en el partido de La Matanza, y abusar de su propia hijastra en una habitación alquilada saltó a la luz con el testimonio del conserje del hotel.
Teófilo Giménez está detenido en la comisaría de Altos de Laferrere, tras un breve paso por la Comisaría Primera de San Justo. Declaró ante el fiscal Guillermo Rafaniello, titular de la Unidad Funcional de Instrución en lo Criminal y Correccional Nº10 de La Matanza.
Su relato aún no se conoce, pero salió a la luz el testimonio del conserje que lo atendió en el hotel, le dio la habitación y al sospechar llamó a la policía.
Teófilo, conocía el barrio. El hotel Back Gammon está ubicado en la calle Beron de Estrada, esquina Ruta 3 -Avenida General Rosas-, a unas 25 cuadras de la General Paz y pocas de una casa donde habitó el abusador hasta hace pocos meses. Estaba en su barrio.
El albañil con la nena ingresaron por la entrada vehicular, los dos a bordo de la moto del canoso, quien casi sin elegir tomó rápido una habitación y se alejó de la mirada de quien lo atendió a través de una ventanilla. Sabía que no debían verlo con la menor. No obstante, según informó el conserje, la ventana por donde se atiende a los clientes es oscura para preservar la intimidad de los amantes que normalmente acuden al lugar. Esta medida de “intimidad” fue cómplice del abuso.
El conserje además aclaró, citado por el diario Perfil, que por lo poco que vio a través de la ventanilla, le pareció que quien acompañaba a Teófilo era una joven de alrededor de 17 años por el desarrollo físico de la nena. No obstante, hubiera estado ante una menor con un mayor ingresando a un albergue transitorio.
Confiado, Giménez detuvo la moto en el estacionamiento privado de la habitación e ingresó al hotel. Hasta allí llego la confianza de la pequeña sobre la pareja de su madre. Presintió que algo malo le iba a pasar y se negó a entrar a la pieza. Teófilo la empujó, la redujo con sus brazos y la introdujo en la habitación.
El conserje escuchó el forcejeo y los gritos de la nena, vio por las cámaras de seguridad de los pasillos los últimos momentos de la lucha y como los dos pasaron la puerta hacia el interior de la pieza. Llamó al 911 aún ignorando de que se trataba de una nena.
El patrullero no demoró en llegar pero Teófilo fue más rápido para consumar su crimen. Apenas le quitó algunas ropas a su hijastra y la violó sobre la cama alquilada. Cuando los uniformados entraron en la habitación, el albañil no se resistió. La nena entre llantos contó lo que pasó y confirmó sus cortos doce años ya que los policías creyeron por su cuerpo que era mayor. Mayor aún fue la sorpresa de los oficiales cuando la víctima explicó que era su padrastro y que vivían bajo el mismo techo.
Teófilo Gimenez fue trasladado esposado a la comisaría primera de La Matanza, ubicada frente a la plaza principal de San Justo, y luego a la dependencia de Laferrere. La menor fue llevada en otro móvil al hospital zonal y se le realizaron las pericias para conocer los alcances de las lesiones sufridas tras el aberrante ataque. Luego fue retirada por su madre, la pareja del violador.
2 de febrero de 2012
Fotos: Perfil
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