Fieles iban a ver al Gauchito y los tomaron de "giles"

Cerca de 60 personas de Mariano Acosta, Merlo y Moreno se quedaron sin viaje. "El chofer se escapó con la plata", dijeron a 24CON.

Durante varios meses Graciela Leguizamón juntó los pocos pesos que podía ahorrar con la idea de pasar el cumpleaños de su hijo en Mercedes, provincia de Corrientes. Allí, todos los 8 de enero, el santuario dedicado al “gauchito” Jesús Antonio Gil se llena con miles de fieles de todo el país quienes comparten  asado, baile y otras demostraciones de afecto para este “santo popular” en  el aniversario de su muerte. Todo se corona a la tarde, con una misa.


Sin embargo, la mujer de Mariano Acosta, partido de Merlo, no pudo cumplir la promesa de visitar al “gauchito”, al igual que las otras 60 personas que fueron estafadas por el dueño de un micro que nunca pasó a buscar a los pasajeros y huyó con la plata, estimada en unos 30 mil pesos.


“Tenía preparada las cintas rojas y las velas para llevar como ofrenda, pero el micro nos estafó y nunca llegó”, explicó Graciela a 24CON, todavía apenada por no poder haber viajado. “Para mí fue muy difícil poder juntar la plata, pesito a pesito, y que nos pase esto es muy triste”, aseguró.


El micro tenía que salir el viernes a la tarde y, luego de recoger a los pasajeros de Mariano Acosta, Merlo y Moreno, viajar con rumbo a Corrientes para pasar el fin de semana y emprender el regreso en la tarde del domingo. El ómnibus nuca llegó.  “La mujer que organiza nos avisó que el dueño del micro la había estafado, pero que nos iba a devolver la plata”, explicó Graciela. Sin embargo, deberá esperar otro año para cumplir con su ofrenda.


La encargada de organizar el viaje es Elba Ledesma, una paciente diabética quien sufrió una recaída después de la estafa. “A nosotras nos robó el dueño del micro, pero vamos a sacar un préstamo para devolver toda la plata a los pasajeros”, explicó Gabriela, su hija, en diálogo con 24CON.


“Mi mamá ya había viajado con el dueño del micro y nunca habíamos tenido problema, pero esta vez terminamos de pagarle el jueves y el viernes, cuando tenía que venir, no apareció”, relató. “Lo llamamos mil veces y no atiende ni contesta los mensajes, desapareció con la plata”, explicó la joven.


“Fuimos a la comisaria para asentar la estafa pero no nos toman la denuncia porque dicen que es un tema “civil y comercial” y no un delito penal, por lo que no pueden hacer nada. Antes de perder tiempo y plata en abogados, vamos a sacar un préstamo y pagarle a la gente”, dijo la hija quien aseguró que ya realizaron múltiples viajes y es la primera vez que les pasa algo así.


“Yo quiero que la gente sepa que no nos borramos, que nosotras también somos víctimas de esta estafa”, aseguró Gabriela quien agregó que su mamá sufrió una descompensación cuando se enteró de lo sucedido. Del chofer que escapó con el dinero, saben que se llama Eduardo, que ya habían realizado viajes con su vehículo sin ningún inconveniente y que aún conservan como prueba  los recibos que les dio el hombre.


08 de enero de 2012