Rial habló sobre su crisis de pareja

"Mis hijas me apuntalan en este difícil momento", disparó, y habló del bajo rating de Gran Hermano.

Jorge Rial ideó con sus productores una “terapia de grupo” en una emisión pasada de “Intrusos”: una especie de sesión de psicología entre el conductor y sus panelistas, que había ocurrido en la primera media hora del programa. Como el segmento tuvo buena repercusión, se repitió bajo el nombre de “Intruterapia” y, allí, Rial aprovechó para hacer varias confesiones.

Marcela Tauro fue la encargada de hacerle las primeras preguntas, y fue con los tapones de punta. "¿Por qué no me dejaste ir a Ideas del Sur?", indagó, en referencia a la negativa de América para dejarla formar parte de “Soñando por Bailar 2”. "Si yo no fui… todos piensan que soy el dueño del canal. Igual, zafaste", le contestó el periodista.


Daniel Gómez Rinaldi también se abrió a sus compañeros, confesando lo mal que la pasó este año con los tumores que le diagnosticaron. Al borde del llanto, explicó que eso ya lo superó, pero que sigue controlándose.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el solapado “blanqueo” que hizo Rial de la crisis que estaría atravesando con Silvina D’Auro, con quien lleva 22 años de matrimonio. Cuando Tauro le preguntó si estaba casado, él lo dudó, provocando la reacción de su panel. Luego, aclaró que “sí, la alianza está”.

Al mismo tiempo, el conductor desmintió estar viviendo en las Torres Le Parc, como había trascendido, por lo que (al menos por ahora) continúa compartiendo techo con su mujer. También negó, sin dar nombres, un romance que se le adjudicó con Vanesa Carbone.

 “No termino el año como me hubiese gustado. Lo termino vivo, que no es poco. Peleándola, la vida te pone vallas. Cuando las venís saltando, hay algún hijo de puta que te las va levantando, que no sé quién es. Me cuesta saltarlas todos los días”, se sinceró.

Con respecto a sus problemas cardíacos, aclaró: “Ni me acuerdo del ‘stent’. No le tengo miedo a la salud, estoy cansado nada más. El otro día me fui (del programa) porque estaba cansado, le dije a Luis (Ventura) que me iba a dormir. Ciudad Goti-K se convirtió en un programa radial importante, y en Gran Hermano 2012, es un año difícil en cuanto a números. Hay que remarla, pero me gusta el desafío", explicó.

“Llego a fin de año con una vida personal que no era el fin de año que esperaba. Son las cosas que te pone la vida. Al final del año, a mí me levantaron la valla y vuelvo a caerme y vuelvo a caerme. Pero me voy a levantar seguro. Lo bueno de esta vida son mis dos hijas, Morena y Rocío que son las que en este momento me están apuntalando de una manera infernal", finalizó, en clara referencia a su crisis de pareja.