Pilar

Acampan de tres días en la calle para inscribir a sus hijos en el secundario

La primera madre llegó el domingo a las 5.40 de la mañana. Con los días se formó una larga fila que debió soportar la lluvia y el calor.

Con la intención de conseguir una vacante en el próximo ciclo lectivo, padres y madres de chicos que están por terminar la primaria aguardaron durante días para realizar la preinscripción en la Escuela Técnica 1, trámite que se lleva a cabo esta mañana. Incluso, algunos estuvieron apostados en la vereda del establecimiento desde el domingo.

Algunos con sillas, otros directamente sobre el cemento, esperaron que se hagan las 8 de hoy para retirar la documentación que deberán completar y entregar a principios de diciembre, con la esperanza de conseguir alguna de las cerca de cien vacantes disponibles.

Pacientes, tomaron mate y charlaron esperando que las horas pasen con un poco más de fluidez. Ani fue la primera de la fila. “Estoy desde el domingo a las 5.40, mientras tanto cuidan a mis chicos y mi marido trabaja”, dijo la mujer a El Diario de Pilar y agregó: “Cada quien cuida su lugar, pero a la noche duermo en el auto. Pude ir a mi casa a bañarme, al menos, pero la verdad es que no estoy comiendo mucho…”.

El fenómeno, aseguran, se produce “porque es la única escuela técnica que hay en Pilar. Son dos en todo el distrito –junto a la Técnica 2, de Derqui- y no es nada, hay muchos chicos”.

Algunos metros más atrás, una mujer indicaba: “Yo llegué el domingo a las 18 y ya había gente. Nos dividimos por turnos, a la mañana está uno, a la noche otro, se queda el que puede. También hay mujeres embarazadas. Es la primera vez que tengo que hacer tantos días de cola”.

Cerca de allí, pero a una distancia que permitía aventurar que llegaran a tiempo, un grupo de mujeres merienda mientras opina sobre la situación. María expresa que “somos padres que nos preocupamos. Nos quedamos el domingo debajo de la lluvia, realmente es un esfuerzo”. Por su parte, Roxana comenta con resignación que “yo no pude dejar a nadie que me reemplace un rato, estoy desde el domingo acá”.

Llegaron de todas partes: Del Viso, Villa Rosa, Villa Verde, Pinazo y demás barrios. Paulina asegura que el sacrificio vale la pena porque “en la Técnica hay salida laboral, hoy sin un título no se es nadie. Queremos que nuestros hijos tengan un trabajo digno”. A  su lado, Marcela señala que “acá en la Técnica tienen la cabeza ocupada en algo bueno y no están parados todo el día en una esquina”.

Además, reconocieron que “en la escuela nos dieron agua caliente y nos dejan pasar al baño hasta las 21.30, pero después nos tenemos que arreglar yendo a otro lado”.

23 de noviembre de 2011