La Plata

Una verdulera frustró un robo al gritar "alto policía"

Es la segunda vez que la mujer impide que la asalten: hace quince días había forcejeado con un ladrón que le apoyó el arma en el estómago.

Un grupo de delincuentes que iba a robar en una verdulería de La Plata, en plena madrugada, vio frustradas sus intenciones por la actitud de una vecina, quien al grito de "alto policía" los asustó y logró evitar el asalto.

Cuando se produjo el incidente  los asaltantes ya habían ingresado al comercio, tras romper a patadas la vidriera del frente.Cuando se disponían a consumar el robo, inesperadamente escucharon que desde la vereda opuesta una mujer les gritó "alto, policía", y salieron corriendo sin llegar a robar nada.

Todo sucedió a la 1:30 en un negocio que funciona en la calle 15 entre 46 y 47, de esta ciudad. Se trata del mismo comercio donde hacía apenas 15 días la dueña del negocio se había resistido a un asalto, tras forcejear con un ladrón, después de que éste le apoyara un arma de fuego en el estómago.

La dueña de la verdulería, Silvia Alvarez, de 48 años, relató: "Es la cuarta vez que se meten ladrones acá en los cinco años que está el negocio. Y espero que sea la última". Consultada sobre los detalles del episodio registrado el miércoles, Alvarez contó que "vinieron unos pibes y aprovechando que no tenía en el frente de la verdulería la cortina metálica, a las patadas rompieron la vidriera y se metieron".

"Cómo habrán hecho ruido que una vecina que vive enfrente de la verdulería se despertó. Y al darse cuenta de que eran 'chorros' les grito 'alto, policía'. Por suerte, decidieron irse sin robar nada, porque habrán pensado que enseguida llegaría la Policía. La verdad que mi vecina, de alrededor de 50 años, se comportó como una heroína", dijo la comerciante en diálogo con el diario platense.

Y agregó: "A lo mejor estos ladrones quisieron entrar para robarme mi moto, que había quedado dentro del local porque se le había roto el acelerador. También podían haberse llevado un televisor de 14 pulgadas y la balanza electrónica. Pero por el apuro, al verse descubiertos, se fueron sin sacarme nada. Eso sí, tuve que pagar 1.000 pesos para reponer el vidrio".

En cuanto al asalto anterior, cometido 15 días atrás, la mujer contó que "esa vez fue a las dos de la tarde, cuando me encontraba charlando con una mujer del kiosco de al lado y un joven me consultó precios de las mandarinas y bananas. Luego compró un atado de cigarrillos en el kiosco, al que fue dos o tres veces, lo que ya nos parecía sospechoso. Y en la última de esas ocasiones me corrí de la puerta para darle paso y me puso un revólver en el estómago", relató.

22 de septiembre de 2011