Marcos Paz

Denuncian que penitenciarios torturan a los presos "más blanditos"

Le quebraron tres dedos de un pie, lo quemaron con cigarrillos y para terminar intentaron violarlo.

El 15 de julio pasado no fue un día más para el joven B.O.N.. En el pabellón donde está detenido, sus cuidadores festejaron el Día del Penitenciario y no tuvieron mejor idea que terminar la jornada de asado y vino con una brutal tortura sobre el recluso de apenas 20 años.

 

Comenzaron por golpearlo, luego lo esposaron, lo quemaron con cigarrillos y encendedores, lo pisaron y como final intentaron violarlo.

El sádico suceso no pasó desapercibido, pero según los especialistas es común en las cárceles de todo el país: “Desde lo que vimos en Mendoza en enero hubo un montón de denuncias, en la procuración está lleno de denuncias contra penitenciarías. El problema es que a nadie le interesa, ni a los jueces ni a los defensores. Si los jueces no miran menos va a mirar la sociedad”, explicó a 24CON  Andrea Casamento, presidenta de la Asociación Civil de Familiares Detenidos en Cárceles Federales (ACiFaD), que aconseja y acompaña a la familia del joven torturado.

 

Lejos de ser un lugar donde el recluso logre reinsertarse en la sociedad, muchas cárceles no son más que un espacio donde se aglomeran detenidos e inclusive son vistas sólo como un castigo para el detenido. Según la denuncia presentada por la familia de B.O.N. los maltratos comenzaron en 2009 en el Penal de Ezeiza desde donde fue trasladado a Marcos Paz para tratar de evitar más palizas. No obstante, en este otro presidio la historia fue peor aún: “El 20 de Julio de 2010 fue trasladado junto con otros menores al anexo de la unidad 24 de jóvenes adultos modulo 5 pabellón 8. En este establecimiento se aplican los mismos métodos de tortura que en Ezeiza, que están totalmente prohibidos. Todos los chicos del penal pasan por lo mismo. (El día del penitenciario) El jefe de visita M. junto con 6 penitenciarios más lo torturaron. Mi hijo fue la diversión, torturado desde las 18.30 hasta las 20.30. Se turnaban para darle palazos en la planta del pie, tal es así que le quebraron 3 dedos. Las piernas golpeadas (quedaron negras), y no conforme con esto apagaron cigarrillos en su cuerpo y lo quemaron con encendedores las plantas de los dos pies y el hombro, su oído izquierdo fue aplastado por los borceguíes de los penitenciarios, recibió trompadas en la cara, boca y ojos también patadas en la cabeza y para terminar el pañolero tuvo intención de violación”, describió la madre.
 “He visto en visita a chicos con muletas, en sillas de ruedas, ojos morados. Las madres quieren hacer las denuncias pero los chicos no quieren porque tienen miedo que les pase algo peor”, relata la mujer en la denuncia que fue acompañada también por el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC).

Casamento no duda en comparar las acciones de los penitenciarios. “Es muy fuerte hacerse cargo de que está pasando, es lo mismo que paso en cualquier campo de concentración de la última dictadura. La diferencia es que sabemos donde queda y donde están”.

“Las cárceles tienen que ser chiquitas, personalizadas. No sirve un megacomplejo en Mercedes donde haya 2500 presos sin que conozcamos a ninguno. La cárcel hoy no recupera a nadie ni regenera a nadie, es un lugar de castigo y para expulsar a esos que nos molestan. Si hacemos más bibliotecas, campos de deportes para darle otra alternativa a los chicos y jóvenes, no hacer cárceles. La inseguridad y los delitos no se van a solucionar can más cámaras y más policías. La mayoría de los presos son reincidentes, entonces, ¿para qué estuvieron a cargo del estado si no se logro impedir que reincidan?”, opinó la presidenta de la ONG.

Tras las denuncias sobre las torturas, el menor fue transferido a otro pabellón dentro del mismo penal pero con cuidados especiales y en una celda unipersonal donde es monitoreado constantemente. Cumplirá su condena, acordada en 7 años y 9 meses, en el penal de Marcos Paz. El Servicio Penitenciario, por su parte, dejó cesante a los siete uniformados involucrados en las torturas mientras continúan las investigaciones ordenadas por el Juzgado Federal de Morón.

30 de agosto de 2011

 

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