Músicos quieren unir Aldo Bonzi con Alaska en bici
Cruzarán la selva de las FARC, territorios en guerra narco y el Amazonas en balsa. Son 55 mil Km. de travesía ecologista. "Cantamos tango en dos idiomas para recordar casa", dijeron a 24CON.
Aún no saben si podrán sortear campos tomados por guerrillas en Colombia, alimañas mortales en la selva del Amazonas, las fuertes tempestades del Caribe, las tríadas de narcos mexicanos y los 55.000 kilómetros en bicicleta. Pero sospechan que extrañar a la familia será lo más dificultoso del periplo.
La historia de los dos intrépidos hombres que partirán desde Aldo Bonzi, partido de La Matanza, y unirán los cuatro puntos cardinales más extremos del continente desde Argentina hasta Alaska ida y vuelta en bicicleta, podría decirse que necesita a un par de Indiana Jones como protagonistas, pero los músicos están más cerca del piano y la percusión que del látigo y las serpientes.
El argentino Santiago Sarmiento (34) y el brasileño Gustavo Nemitz Quenard (29) están convencidos que nada puede detenerlos. Y su historia no indica lo contrario: se unieron en 2008 con la idea de fundar su modesta productora de música; formaron varios conjuntos musicales; enseñaron a sus alumnos; compusieron para reconocidos artistas y un tiempo después decidieron combinar sueños de libertad, de fuga y de concientización medioambiental para llegar a casi mil millones de personas.
Así organizaron durante más de un año la Ecovuelta, un viaje en dos ruedas a través de toda América con la idea de “generar mayor conciencia ecológica revalorizando los recursos naturales y estimulando al individuo a proteger su entorno”, reconocen los protagonistas en diálogo con 24CON.
Están intrigados, por sobre todo, en comprender la relación con la flora y fauna autóctonas de cada región y los cambios percibidos por los habitantes que refieren a la intromisión del hombre en los ecosistemas.
Cronómetro en cero. El lunes a las 4 será, sin dudas, una madrugada atípica en Aldo Bonzi. Después de reunir fondos con sorteos en los comercios del barrio, contar con el apoyo de las ONG’s Siembra tu Árbol (que se encarga de reforestar tierras maltrechas) y Árboles sin Fronteras, además del Rotary International, el ruido de estos dos muchachos agitará la mañana del Conurbano.
“Salimos de casa y encaramos por el Noreste hacia Brasil”, dice Sarmiento. La intención es pedalear unos 80 kilómetros diarios a través de increíbles parajes como Río de Janeiro y Pernambuco. Tomarán una balsa para cruzar 1200 kilómetros de espeso Amazonas hasta rozar Guyana y penetrar Venezuela. Subirán a un avión para desembarcar en Estados Unidos y lo cortarán de punta a punta hasta llegar al extremo más al Oeste de Alaska.
“Eso es sólo la ida –continúa el pianista-, después volvemos por la misma costa y tenemos que cruzar por todo México (tramo que harán escoltados con gente del Rotary por los recientes episodios violentos atribuidos a la guerra narco) y centro América hasta encarar Los Andes en Ecuador y bordearlos hasta Tierra del Fuego”.
Atardecer de dos años agitados. Sin embargo, luego de unos 24 meses de pedaleo y 18 países en el recuerdo, cuando vuelvan a pisar tierras argentas en la triple frontera con Chile y Bolivia, no habrá un inmediato final. Continuarán por detrás de la Cordillera y saldrán en balsa hacia Ushuaia para después volver, en el tramo final, por la mítica Ruta 3 con destino Buenos Aires.
"El día que me quieras", bilingüe. Mudarse implica dejar atrás lo material, cambiarlo por efectos nuevos y mantener a los afectos bien presentes durante todo el trayecto. Pero viajar inusitadas distancias sin parar durante tanto tiempo “te hace pensar que todo está lejano constantemente”, señalan los músicos-ciclistas.
La memoria la fortalecen como mejor saben hacer: cantando y tocando. “Un amigo Luthier nos fabricó una guitarra especial de viaje y, para mantenernos siempre como si estuviésemos en casa, cantamos El día que me quieras en una versión poco usual, mitad en español y mitad en portugués”.
30 de agosto de 2011