"Pido la muerte digna porque estoy segura que es lo mejor para mi hija"

La mujer de Ezeiza escribió una carta a la Cámara de Diputados para tratar el tema de "muerte digna". Su beba no ve ni oye y su estado es irreversible.

"La situación por la que estamos pasando como familia es desgastante y dolorosa, considerando que tenemos una beba de 2 años y 3 meses en Estado Vegetativo Permanente. La situación de mi hija es irrecuperable e irreversible, y hay un vacío legal que impide retirar el soporte vital".

El fragmento forma parte de una carta que Selva Herbón, la mamá de Camila, envió en estos días a la Cámara de Diputados con el objetivo de que su caso sirva para tratar el tema de la muerte digna.

La pequeña sufrió una complicación en el parto (le faltó oxígeno) y tuvo un paro cardiorrespiratorio del que salió tras permanecer 20 minutos bajo los efectos de distintas maniobras de reanimación.

Desde entonces ya pasaron más de dos años y Selva, docente y madre de otra hija de ocho años, pide que la ayuden. Camila no oye, no ve, no habla ni siente nada. Tres comités de bioética se pronunciaron sobre el caso y afirmaron que su estado es irreversible, pero en el Centro Gallego (lugar donde se encuentra internada) le responden a la familia que no pueden desconectarla porque no hay legislación que los avale. De proceder, el hecho se convertiría en homicidio.

Su esposo, Carlos, y su otra hija, Valentina, ya no van más. No pueden soportar el dolor. En cambio Selva peregrina todos los días, junto con su hermana Mónica, al tercer piso del sector de cuidados prolongados del hospital para visitar a su beba.

"Hay gente que me juzga sin saber. Esa gente podría acompañarme a ver a Cami. O saber que Valentina (su otra hija) dice que no va a tener hijos porque eso duele mucho", expresó la mujer. "Todos los días dejo mi mochilita de dolor en la puerta de la escuela. Pido la muerte digna porque estoy convencida de que es lo mejor para mi hija", se lamentó Selva.

 

16 de agosto de 2011