A un año de la muerte de la jirafa Gahli, sus restos siguen en el Zoo de La Plata

Su cráneo, el cuello y su cuero están freezados. Todavía no llegó ningún ejemplar para reemplazarla.

Ayer se cumplió un año desde que el Zoológico de La Plata perdió a Gahli, la jirafa macho que fuera una de las grandes atracciones del paseo durante 20 años, y por ahora no hay señales de que los ejemplares que la iban a reemplazar puedan llegar a la ciudad.

 

Las noticias no son alentadoras: en los análisis realizados a los animales que tenían previsto su arribo en marzo pasado se detectaron enfermedades que impiden su ingreso al país, según lo establece la ley que regula los controles que realiza el Senasa. Ahora se espera que otro animal, que se encuentra en cuarentena, sea la alternativa. Mientras tanto, en el predio del Bosque, el ambiente que ocupara Gahli quedó preparado para recibir a los nuevos moradores.


A un año de su muerte, el destino de los restos de la jirafa muerta no está definido. Una parte importante, constituida por los huesos más grandes, permanece en una zona del Zoológico. Su cráneo, el cuello y su cuero freezado están en el Taller de Taxidermia de la Dirección de Zoologías de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata para su tratamiento. El objetivo, en principio, es armar el esqueleto para sumarlo a sus colecciones; y por otro contribuir a la divulgación científica, utilizando algunas de las partes en las visitas guiadas que se realizan en el Zoo.


Sus testículos fueron trasladados a un Banco de Recursos Genéticos, en Buenos Aires, donde se conservará el semen para una futura inseminación. Las Baringo son una especie en extinción y se las puede encontrar en sólo cinco zoológicos del mundo.


El corazón de Gahli dejó de latir en la madrugada del 3 de agosto de 2010. El esfuerzo de los veterinarios por salvarlo fue en vano. La noticia conmovió a los cuidadores y a las autoridades, y con el correr de las horas a los visitantes, varias generaciones de platenses que encontraban en la jirafa a una de las principales atracciones.

Sin reemplazo. “Por ahora la llegada de las jirafas que iban a reemplazar a Gahli está frenada”, confió ayer a Diagonales el director del Zoológico, Daniel Arregui. ¿Las razones? Enfermedades detectadas en los análisis previos a su traslado. Argentina fue declarada “libre” de determinados males que los ejemplares padecían. “Hubo que desactivar todo el operativo que se había planificado para su llegada a la ciudad”, explicó el funcionario.


Las jirafas que iban a llegar eran un macho y una hembra, y para ellas se había adaptado el ambiente que ocupaba Gahli. Ese espacio duplicó su superficie para que los dos ejemplares pudieran vivir con espacio suficiente. Pero además se implementaron reformas para mejorar el manejo interno, la relación de los animales con sus cuidadores.


Para la llegada se había diseñado un complejo operativo que incluía la llegada de un avión especialmente adaptado para las alturas de las jirafas, y su traslado hasta La Plata por la autopista.


El plan quedará archivado para cuando se defina si la jirafa seleccionada con posterioridad, un solo ejemplar, supera con éxito los análisis que se le realizarán tras el período de cuarentena exigido por ley. En caso de que pueda concretarse estará sola, en un ambiente con capacidad para dos, al menos hasta que se localice una compañía.


Antes de la pareja cuyo ingreso al país fue vedado por enfermedad, que había sido localizada en Estados Unidos, se frustró el arribo de otro animal porque su origen era africano. La ley prohíbe explícitamente el ingreso al país de animales que hubieran nacido o pasado por ese continente.

Los huesos. También están frenados los trabajos de los especialistas del Museo de Ciencias Naturales encargados de rescatar el esqueleto y el cuero de Gahli. “Necesitamos un lugar más espacioso para trabajar”, explicó ayer Eduardo Etcheverry, del departamento de Zoologías de Vertebrados.


En el Museo, por ahora los especialistas limitan el trabajo a la recuperación del cráneo de Gahli, y al mantenimiento del cuero, actualmente conservado en un freezer. En el futuro, cuando puedan trabajar en un lugar más amplio, se armará el esqueleto para exponerlo o guardarlo como colección.


En un espacio del Zoo están los huesos más largos. Y a disposición del paseo hay un fragmento del cuero que podría sumarse a elementos similares de otra jirafa muerta hace décadas, utilizados en las visitas guiadas que se realizan con personas disminuidas visuales.

 

4 de agosto de 2011