Cuáles son las frases más odiadas después del sexo

Según una encuesta que publica el sitio Entremujeres, las frases más odiadas luego de tener sexo son las siguientes:


N° 1: “Me tengo que ir”

Es la frase más odiada tras una noche de pasión. El 41% de las mujeres busca un poco de atención, que el hombre se muestre a gusto, que diga cuánto disfrutó… ¡Y que no salga corriendo! Tuvo 1.642 votos, más del doble que el segundo puesto. Impresionante.


N° 2: “¿Dónde está el control remoto?”

Ya lo descubrimos en otra encuesta de Entremujeres: lo que nosotras queremos, después de tener sexo, son mimos y… ¡bis! Así que ponerse a mirar televisión, a leer una revista o a llamar a los amigos no son prioridades femeninas. Ni nos bancamos que ellos lo hagan. Votaron esta frase 798 personas, el 19% de las participantes.


N° 3: “No tengo ganas de hablar"

Una vez más, nos molesta la indiferencia. La mayoría de nosotras le da importancia al encuentro sexual y a lo que viene después de él. Es el momento de charlar, de conocernos mejor, de compartir intimidades… Cuando del otro lado no pasa lo mismo nos sentimos frustradas. Al menos, eso siente el 16 % de las participantes, que son 649 mujeres.


N° 4: “No quiero compromisos”

Vos estás súper enganchada. Salieron un par de veces y el broche de oro fue en tu cama. Ya estás fantaseando con todo lo que se viene: viajes, reuniones familiares, convivencia, casamiento, hijos… ¡Zaz! La cruel realidad llega en tres palabras: “No quiero compromisos”. Es la frase más odiada por 499 mujeres, el 12 % de las participantes.


N° 5: “¿Me puedo quedar?”

Estamos ante el caso inverso. Para vos es un touch and go. Lo viste, te gustó, lo llevaste a la cama. La pasaron genial y aspirás a que todo quede así, hasta un posible (o no) futuro encuentro. Pero él quiere dormir a tu lado, despertar juntitos, tomar el desayuno…. ¿Te da terror? Eso sienten 416 mujeres, sólo el 10 % de las encuestadas.


Los resultados son contundentes. El puesto N° 1 (“Me tengo que ir”) y el puesto N° 5 (“¿Me puedo quedar?”) son diametralmente opuestos. El 41% de las mujeres quieren que los hombres se queden, duerman con ellas y, por qué no, amanezcan a su lado. Solo el 10% prefiere, después de una jornada de éxtasis, que los amantes sigan su rumbo.