Demolieron la casa donde asesinaron a Carla

Pasaron apenas cuatro días de la muerte de Carla Milens, una joven de 19 años que apareció apuñalada, golpeada y quemada en una casa en construcción del partido de Pilar, lo que conmocionó a la comunidad.

Insólitamente, ayer jueves, el municipio decidió derrumbar la vivienda en cuestión, que se ubica en el barrio El Manantial a metros de la Autopista Panamericana. Al parecer, la medida se habría tomado luego de varias denuncias de vecinos de la zona, que explicaron que allí funcionaba un aguantadero de delincuentes y desarmadero de autos.

En tanto, el diario Pilar de Todos indicó que los lugareños habían denunciado el mismo día en que asesinaron a Carla, que en el lugar se estaba desarmando un vehículo Peugeot robado, por los mismos tres sospechosos que luego fueron detenidos por la policía, y que recientemente se negaron a declarar.

“Entre los vecinos llamamos 17 veces a la policía, divididos entre comunicaciones al 911 y a la comisaría 1ra. Pero la policía jamás vino y si lo hubieran hecho estos delincuentes hubieran sido apresados y seguramente no mataban a nadie”, señaló indignado un vecino.

Desde la comisaría explicaron a 24CON que es imposible que ante un llamado no se presente un móvil. El Oficial Mariano Dondec aseguró que ante un llamado, y aún con reiterados pedidos, se envía un patrullero o bien se deriva algún vehículo policial que esté patrullando en la zona. Aún con la respuesta de los uniformados, los vecinos siguen afirmando que si la respuesta hubiera sido rápida, quizás se hubiera podido evitar la muerte de Carla.

Desde la Municipalidad de Pilar sostuvieron, ante las consultas de este medio, que el trabajo llevado adelante por la Secretaría de Obras y Servicios Públicos se realizó cuando la justicia liberó el domicilio y se le quitaron las fajas de seguridad. Así mismo, el criminalista Raúl Torre explicó que no existe una legislación en el país que obligue a preservar el lugar de un crimen, por lo que, si se agotó la investigación y peritajes en el lugar, está permitido que se demuela o se vuelva a utilizar el domicilio.

No obstante, la medida llevada a cabo por el municipio llama la atención por su velocidad, sobre todo, porque ahora, tras el paso de las topadoras, entre esos ladrillos que ahora se convirtieron en escombros, podría esconderse alguna prueba más que aporte a la resolución del caso, ya que podría guardar huellas y evidencia del crimen.

 17 de junio de 2011

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