Sólo podrían jugar paintball los que usen armas de fuego 

Dicen que es utilizado para entrenar “grupos comandos” y que la ley sería inconstitucional. “Van a cambiar las marcadoras por armas de fuego”.

El proyecto de ley que busca regular el Paintball en la provincia de Buenos Aires obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y espera a que sea tratada en Senadores para que se pueda aplicar.

El proyecto fue impulsado por el diputado del Frente para la Victoria, Gabriel Villegas, y estipula que sólo los mayores de 21 años puedan practicar el deporte y la necesidad de contar con la habilitación del RENAR (Registro Nacional de Armas).

 

“El paintball es proclive a la violencia e incentiva a los menores a utilizar armas para liquidar enemigos. Los juegos tienen como objetivo eliminar personas disparándole balas de pintura. El objetivo es la eliminación, lo que significa muerte”, apuntó el diputado a 24CON.

El debate sobre esta actividad se disparó en marzo del año pasado cuando un participante murió tras caer de un cuarto piso en una fábrica abandonada que era utilizada como escenario para las batallas.

 

Desde entonces el diputado reforzó su proyecto: “La mayoría de los campos donde se practica Paintball no están habilitados. Y esta práctica afecta a la seguridad, muchas bandas han llevado entrenamiento en estos campos, el caso del robo de un camión blindado en Ituzaingó, fue perpetrado por una banda que practicó en un paintball clandestino de Moreno. Hay detenidos que dicen que han mejorado los tiempos en el robo de camiones, como piratas del asfalto, después de practicar allí. Se trata de eficiencia táctica y estratégica en combate”.

 

Según Villegas, en muchos campos, principalmente del Conurbano, grupos de delincuentes entrenan las tácticas que después ponen en práctica a la hora de robar bancos, secuestrar personas, detener vehículos.

 

“En algunos practican con grupos de ataque y otros de defensa. Se utilizan botes similares a los de Prefectura o se plantean objetivos como la toma de un colectivo o el ataque una dependencia militar. A veces son tácticas de fuerzas militares y de seguridad pero en manos de civiles, con menores y sin ningún control”, afirma.

La solución planteada por el diputado en su proyecto es que para poder ejercer este deporte el jugador sea mayor de 21 años y cuente con una habilitación expedida por el RENAR comparable con la portación de armas de fuego, lo que implica exámenes psicomotrices de los participantes y registro de sus antecedentes penales.

Si bien Villegas reconoció a 24CON que nunca participó de un juego de Paintball, asegura que es peligroso y que la regulación de la actividad impediría que los delincuentes se perfeccionen en las tácticas de combate.

Aun con media sanción, desde la Asociación Argentina de Paintball, entidad que nuclea a los jugadores de la disciplina, refutan la postura del proyecto de ley y del legislador señalando que es una medida inconstitucional: “Los argumentos de Villegas son paupérrimos. Es una barbaridad. Limitar hasta los 21 años sería inconstitucional ya que la mayoría de edad se alcanza a los 18 años”, explicó a 24CON Javier Ulrich, presidente de dicha entidad.

“Se violarían un montón de normas nacionales e internacionales que garantizan el derecho al deporte. El paintball es un deporte amparado por las leyes nacionales. El RENAR ya se expidió en dos oportunidades afirmando que las marcadoras utilizadas no son armas de fuego. Pero Villegas quiere que los jugadores tengan la Credencial de Legitimo Usuario expedida por el RENAR lo que implica que el jugador aprenda primero a utilizar armas de fuego para poder después participar en un juego de paintball. Villegas quiere un país policial”, disparó Ulrich quien además relató la experiencia del estado de Victoria, en Australia, en donde la prohibición del paintball volcó a los aficionados a este deporte a utilizar y comprar armas de fuego, lo que habría incrementado las armas en el mercado con negativas repercusiones en la seguridad de la región.

Sobre las hipótesis que relacionan a este deporte con el entrenamiento de los delincuentes, el presidente de la AAP asegura que no hay pruebas que lo demuestren como así tampoco la falta de regulación de los campos: “La mayoría de los municipios exigen que se cumplan con las normas de seguridad que planteamos desde la asociación”.

Según Ulrich, el proyecto de Villegas eliminaría los paintball de todo el país por transformarlo en un negocio no rentable y demasiado burocrático y embarazoso para quienes quiera participar del mismo. Además, acusa al diputado de no dar lugar al debate ya que afirman que no hubo discusiones sobre el proyecto: “Se perdió la oportunidad de incluir muchos puntos de regulación que impulsamos desde la asociación. Nosotros apoyamos la idea de la regulación, para estipular criterios de seguridad obligatorios, sobre la protección necesaria, la presión y velocidad de las marcadoras, que no se incluyen en el proyecto de ley”.

En el Conurbano bonaerense funcionan más de 30 campos de paintball en los que el escenario varía mucho. Se pueden encontrar fábricas o canchas de futbol reacondicionadas para los encuentros llamados “urbano”, o bien campos de grandes extensiones para poder realizar distintos juegos o misiones, o hasta bosques que propician los escondites y camuflajes.

 

El proyecto está a mitad de camino para convertirse en ley. Incluso cuando el debate cuenta con posiciones directamente opuestas, el paintball continúa sumando seguidores y participantes en todo el país.

 

10 de junio de 2011

 

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