La hermana de Gustavo Posse quiere destronarlo

                                                                                                                  FOTOS: Christian Ugalde

No son Caín y Abel. Sólo porque no es a muerte. En la reyerta política del Conurbano, Agustina, la octava y menor de los medio hermanos del intendente Gustavo Posse, hija del fallecido Melchor, aparece en escena para enfrentar a su propio jefe comunal. No tienen relación, no se hablan. Él no la llamó después de su anuncio y prácticamente no se conocen. Se convirtió en una rival de propia sangre.

A sus 25 años (edad en la que Melchor ganó su primera intendencia en 1952) y con la mitad de la carrera de abogacía completa, ella se paró en la vereda de enfrente. Bajo el ala del principal opositor y ex funcionario de Gustavo, Pablo Chamatrópulos, la joven se presentó en diciembre como candidata a concejal por Agrupación Ciudadana. En lo que, pasillo mediante, se señaló como una jugada política para enfrentar al oficialismo con el propio apellido: “Un ataque emocional”, se dijo. ¿Traición?

La menor de la familia está “verde” en política. Toma mate, convida, pregunta por la comodidad y se toma pausas para tragar y responder. Está, también, nerviosa frente a su primera nota. Ex desconocida, ratifica una y otra vez que no tiene contacto con su hermano y critica duramente la política de seguridad local: “El muro fue una vergüenza”, dice.

- ¿Entrás en política por portación de apellido?
- No. Me metí por decisión de dedicarme. De chica siempre ayudé a mi mamá. Y ahora es un poco lo mismo pero con decisión propia. Siempre me interesé en lo social.

- ¿Pensás que el factor juventud puede calar ondo en un distrito tan conservador?
- Creo que a la gente grande le gusta que haya gente joven. Recibí muchos mails de personas de la época de mi papá que me felicitan y me apoyan. Muchos ven en mí el tipo de política que hacía él.

- ¿Admirás a tu hermano como político?

- La verdad es que venimos de familias distintas. Madres, hogares y edades distintas. Hay muchas cosas que nos llevan a ser personas diferentes. No es que lo admiro, es que muchas cosas se hicieron bien y otras se pueden hacer mejor. Como escuchar a la gente.

- ¿Decís que Gustavo no escucha a la gente?
- Después de tantos años de gestión perdió un poquito el contacto. No sé si un sábado se va a Beccar a preguntar qué necesitan. La vida lleva a que uno esté cómodo en un papel y pierde sus orígenes.

- Tu mentor (Chamatrópulos) dice que “los políticos tienen un ciclo”, ¿Gustavo ya lo cumplió?
- Sí. San Isidro está estancado. No tiene ideas nuevas, no permite que la gente comparta esas ideas. Está con la panza llena. Cómoda. Es un gobierno que ya dio todo lo que podía dar.

- ¿Cuál es el mayor problema del municipio?

- La seguridad es uno de ellos. Pero no es algo que tiene ver con el distrito, sino que es a nivel nacional. Sé que San Isidro tiene más armas para enfrentar ese problema…

- ¿Como levantar un muro, por ejemplo?
¡No!. ¿Cómo te lo digo suavemente?. Eso nunca pasaría por mi cabeza. Poner un muro es volver años atrás. Es una vergüenza.

- ¿Cómo resolverías el tema?
- Seguir poniendo cámaras en todas partes, no sólo en el centro. También en los barrios, en las plazas, donde los vecinos denuncian que los chicos que están medios perdidos van y se toman una cerveza. Todos somos San Isidro.

- Al intendente lo criticás por sus políticas, ¿Cuáles son las tuyas?
- El contacto con la gente. El caminar. Estar en todos lados.

- Esa una idea muy genérica, ¿tenés alguna en concreto?
- Es que, a través de escuchar, uno puede saber lo que hace falta. A raíz de esto se ha pedido en el Concejo que el municipio informe cuáles son las obras que están desarrolladas y con qué empresas se ha trabajado. Esta idea nació del propio vecino, por ejemplo.

- ¿Qué se sentiría ganarle una banca a tu propia sangre?
- Desde el lado político no sería ganarle, sería apostar por una nueva gestión.

- En política eso es ganar
- Bueno, sería apostar por una nueva gestión que crezca e intentar que, así, todos crezcan. No creo que Gustavo, si pierde la elección, desaparezca. La idea es trabajar todos juntos.

- Lamentablemente, la política de hoy no acepta un “todos juntos”
- En todo caso tendremos la responsabilidad de intentar cumplirle a la gente y estar todos juntos por un San Isidro más lindo. Que esa renovación implique algo más positivo para el distrito.

- ¿Qué opinó Gustavo cuando se enteró de tu candidatura?
- Si te tengo que ser sincera, yo no hablé con Gustavo. No tengo relación. Espero que no le haya caído mal. Si uno a veces se pelea con un hermano que vivió toda su vida en una misma casa, pensá qué diferente puede ser la relación cuando uno no se cría con esa persona.

- O sea, ¿trato cero?
- Lo cruzo y lo saludo. El vínculo que teníamos era mi papá. Una vez que él falleció él, quedó sólo un vínculo de sangre.

- ¿Sos una hermana disidente?
- No. Soy una hermana que quiere hacer su propio camino. Creo que me lo estoy ganando de a poquito. No voy y uso mi apellido, voy desde la Agustina vecina. Tengo mucho para crecer sin que me regalen nada.

La fortuna de los Posse tiene varios guarismos, casi tantos como los ceros que se le sindican a su derecha. Una investigación de revista Noticias señaló que sería de $1.200.000 en efectivo y cerca de U$D20 millones en capital. Además, tendría propiedades sin declarar, un testamento falso y varios testaferros.

En esta trama de idas y vueltas, presuntas denuncias y pujas entre los ocho herederos, de los cuales Gustavo habría sido el único que cedió sus derechos, también aparecieron amenazas contra ella y su madre por reclamar su parte. El mismo informe indicó que habría sido autoría del propio funcionario.

- ¿Es cierto que recibiste amenazas al reclamar la herencia de Melchor?
- Fue una sucesión complicada. Confío en la ley y creo en la justicia. Como está en un juzgado, no puedo emitir comentarios.

- ¿Cómo era la relación con él?
- Como toda relación de familia, complicada. Lo que te puedo decir, para no meterme mucho con eso, es que hoy lo entiendo. A raíz de incursionar en la política, lo entiendo y lo quiero más. Entiendo su amor por la política, que te implica tiempo, trabajo y decisiones.

- ¿Alguna vez lo sentiste alejado como padre?
- Puede ser, pero lo entiendo. Y creo que él tenía un amor tan grande por lo que hacía que a veces no podía manejar todo. Te das cuenta cuando crecés. Por el bien de los suyos, uno a veces prioriza cosas.

                                                                                                                     10 de mayo de 2011

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