Tuvo una magnitud de 6,2 grados en la escala de Richter y epicentro a unos 100 kilómetros al noreste de Roma. Hay centenares de personas atrapadas entre los escombros.
Pasado el mediodía, el saldo de muertos era de unas 73 personas, pero se cree que la catástrofe puede dejar un saldo mucho peor. El número de víctimas fatales asciende con las horas.
En el pueblo de Pescara del Tronto, el sismo principal que se produjo a las 3:36 cuando todos dormían, la destrucción fue casi total y se cree que un tercio de sus 330 habitantes ha quedado atrapada en sus viviendas que les cayeron encima.
“En diez segundos se vino todo abajo”, contó en Accumoli Assunta a la televisión, sosteniendo en sus brazos a su perrito, que logró salvar. En lágrimas, la mujer contó que su marido también se salvó pero que una sobrina y varios vecinos “están allí abajo”.
La zona afectada es de alto riesgo sísmico y hace 400 años se registró un terremoto que causó una destrucción similar a la de hoy.
Todos los pueblos y pequeñas ciudades de la zona se quedaron sin electricidad, por lo que los primeros socorros debieron afrontar en malas condiciones el auxilio, mientras centenares de vecinos trataban de limpiar los escombros a mano limpia.
El centro de Amatrice quedó arrasado, con edificios enteros reducidos a escombros, una nube de polvo en el aire y un intenso olor a gas.
Piedras y trozos de metal cayeron sobre las calles mientras los aturdidos residentes se congregaron en plazas mientras unas 160 réplicas remecieron la región a lo largo de la madrugada y la mañana, algunas con una magnitud de hasta 5,1.
“Los socorros llegaron bastante rápido”, dijo con un cigarrillo en la mano la señora Giuseppina, que con su marido quedaron atrapados en su casa de Amatrice. “Nosotros gritábamos y llegaron los de la Guardia Forestal, a los que hay que darles una medalla”. “Nos sacaron con dificultad”.
Los hospitales de la zona lanzaron pedidos urgentes a los donadores de sangre de “sangre de todos los grupos”. Filas de gente se armaron rápidamente en los hospitales vecinos, pero también en Roma y otras ciudades italianas.
La Protección Civil italiana está instalando campos con tiendas de campaña, cocinas y baños, y se están preparado colegios o gimnasios para alojar a las miles de personas que tendrán que pasar la noche fuera de sus casas.
El alcalde dijo durante la madrugada que “Amatrice no existe más”. Esta mañana se calcula que el 70% de la pequeña ciudad de 2500 habitantes se derrumbó debido al sismo. En el centro la devastación fue casi total y las calles quedaron bajo una montaña de escombros, lo que dificulta notablemente el trabajo de los socorristas.
El hospital local de Amatrice fue en parte destruído y hubo que evacuar el nosocomio. Los enfermos y los heridos fueron colocados en la vía pública. Los más graves están siendo llevados a la capital provincial Rieti, cuyo hospital coordina en parte los socorros médicos, a Roma y Florencia en helicópteros que van y vienen.