A horas de la boda del siglo

La reina pidió que "no se  emborrachen" en la fiesta

Enterate cuáles son las exigencias que deberán cumplir los asistentes al gran casamiento real británico. Paso a paso, cómo será la ceremonia en la que William y Kate darán el sí.

Cuando los argentinos todavía estemos durmiendo, Gran Bretaña estará más que despierta y alerta a raíz de la imponente boda real entre el príncipe William (o Guillermo, hablando en criollo) y Kate Middleton, que comenzará oficialmente a las 5 de la mañana de nuestro país, aunque las actividades previas se desarrollarán mucho antes. 

Los canales locales de aire y noticias y varios medios internacionales como “E! Etertainment Television” y la BBC,  que están en las grillas de las compañías de cable, cubrirán en directo el acontecimiento sin perderse ningún detalle. Las cinco horas de diferencia entre los dos países aseguran un madrugón para los ansiosos que quieran participar "en vivo" de la llamada “boda del siglo”, que además podrá seguirse en Internet (ver…).

Cálculos iniciales indican que al menos 8 mil periodistas, camarógrafos, fotógrafos y técnicos de todas partes del mundo estarán pendientes de la transmisión. También se espera que alrededor de 2 mil millones de personas sigan el evento por televisión.


Para asegurarse que todo saldrá bien y sin imprevistos, la familia real emitió un comunicado en el que enumera una serie de exigencias a cumplir por los asistentes a la boda. Entre otras cosas, deberán llegar temprano y abstenerse de usar el celular o hacer comentarios en las redes sociales.

Las mujeres no podrán llevar vestidos muy cortos, muy escotados o blancos; y las parejas deberán estar siempre juntas y llevar prendas de vestir coordinadas entre ellos. También se les pidió a quienes asistan a la fiesta posterior que acepten educadamente lo que se les sirva sin atragantarse y que, por nada del mundo, se emborrachen.

Entre los dos mil privilegiados que fueron invitados al evento, figuran 100 ciudadanos elegidos “al azar” e incluso habitantes de Bucklebury, el pueblo natal de Middleton, como su cartero. Esto es porque la pareja quiere que los ingleses "se involucren en un nivel más profundo que simplemente participando en las fiestas populares". Los ex novios de Kate y William también asistirán. 

Estos seleccionados tendrán la oportunidad de codearse con presidentes de varias naciones, el astro del Futbol David Beckham y su esposa Victoria, el cantante Elton John, y miembros de varias monarquías europeas, como la argentina Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo Alejandro de Holanda.

Con 29 años al momento de la boda, Kate se convierte en la princesa con más edad en casarse con un príncipe en primeras nupcias. La novia más joven fue Isabella de Valois, que se casó con Richard II en 1396, a los seis años de edad.

Si bien la realeza británica anunció que no derrochará dinero en el esperado acontecimiento, las cifras dicen lo contrario: para empezar, la seguridad costará al gobierno de Inglaterra unos 20 millones de libras (22,4 millones de euros). Los gastos totales se calculan en unos 34 millones de dólares (más de 23 millones de euros).

El momento crucial

Para la pareja real, la jornada está estrictamente cronometrada. La maquinaria se pondrá en movimiento a las 3:15, hora argentina (8:15 de la mañana en Inglaterra), cuando empiecen a ingresar los primeros invitados por la Gran Puerta del Norte de la abadía de Westminster. Mientras tanto, un séquito de modistas, maquilladores y peluqueros se desplazarán por el hotel donde la novia habrá pasado su última noche como plebeya.

A las 5.10, William saldrá de la residencia de su padre Carlos con su hermano Henry, padrino de boda, y llegarán a la abadía cinco minutos después. Por su parte, la madre y el hermano de Kate dejarán el hotel a las 5:20.

A partir de las 5:25, partirán hacia la abadía los miembros menores de la familia real (desde el palacio de Buckingham), los familiares del novio, el príncipe Carlos y su esposa Camila. La reina Isabel y el príncipe Felipe serán los últimos que ingresen al lugar, antes del cortejo nupcial.

A las 5:51, la novia y su padre inician el camino al templo en una limusina Rolls-Royce, la misma en la que viajaron Carlos y su esposa Camilla cuando fueron atacados durante las protestas estudiantiles de diciembre. En ese momento, se develará el secreto mejor guardado: el del vestido de Kate. Para prevenir filtraciones, la futura princesa encargó tres vestidos a tres diseñadores distintos, y sólo en el instante de su salida se sabrá cuál es el elegido.

Cuando el famoso reloj Big Ben haga sonar sus 11 campanadas, la música invadirá la nave gótica de la abadía y Kate avanzará hacia el altar del brazo de su padre. La ceremonia será oficiada por el deán de Westminster, John Hall. Luego, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, los casará; y el obispo de Londres, reverendo Richard Chartres, amigo personal del príncipe Carlos, ofrecerá el sermón. En total, el evento durará una hora y 15 minutos.

A las 7.15, los recién casados abandonarán la abadía e iniciarán en un carruaje el lento recorrido hacia al palacio de Buckingham, acompañados por familiares y damas de honor, y aclamados por el pueblo que los espera afuera. Finalmente, a las 8.25, cuando Will y Kate se asomen al balcón, la multitud presenciará el primer beso en público, con la esperanza de que el matrimonio no corra la misma suerte que el de Carlos y Diana.

 

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